Los Ires se recortarán solo por un año y bajo cuatro condiciones: ningún fondo de despido en 2024 y 2025, un número medio de empleados en 2022, 2023 y 2024 no inferior al número de empleados en 2025, un aumento del empleo del 1% y un mantenimiento del 80%. de beneficios de la empresa, de los cuales el 30% deberá ser reinvertido.
Es el punto de partida para elRecompensa IRES que se introducirá en la maniobra. Una intervención para apoyar las inversiones que para las empresas ya no parece aplazable, también a la luz de los últimos datos del Istat que confirman todas las dificultades de la producción industrial: en octubre de 2024, el índice global disminuye en términos tendenciales un 3,6 % (días laborables naturales). fueron 23 frente a 22 en octubre de 2023). Un descenso generalizado que afecta a todos los sectores principales.
Los recursos a recuperar: 350-400 millones
Pero para relanzar las inversiones, la cuestión que queda por resolver es la de los recursos que deben recuperarse, estimados actualmente entre 350 y 400 millones. Una suma que el Gobierno pretende que provenga de una nueva aportación de los bancos. En particular, la palanca en estudio podría ser un ajuste al alza de la contribución solicitada a las entidades de crédito con el artículo 3 del Proyecto de Ley de Presupuestos, relativo a los CDI y a la deducción de los excedentes y pérdidas de Ace.
Una primera intervención, por tanto, que debe tener en cuenta los equilibrios de las finanzas públicas, que dejan poco margen. Al punto que para reducir la prima del IRES el Gobierno habría estudiado una serie de condiciones vinculantes para acceder al recorte de tasa del 24 por ciento; por cada punto menos en el tipo la pérdida de ingresos rondaría los 500 millones.
Una primera limitación
Se trata, por tanto, de toda una serie de limitaciones que darán derecho al beneficio y que tienen como objetivo aumentar el empleo y relanzar las inversiones en la Transición 4.0 y 5.0. En detalle, el recorte del impuesto de sociedades premia sólo a quienes dejan el 80% de sus beneficios en la empresa y reinvierten el 30% de estos en bienes de capital de Transición 4.0 (activos tangibles e intangibles, funcionales a la transformación tecnológica y digital de los procesos productivos) o 5.0. (bienes para la transformación digital y energética del negocio). Sobre la mesa, sin más comparaciones entre las fuerzas mayoritarias, los deseos de las empresas y, por último, pero no menos importante, las cuentas de la Contaduría General del Estado, el recorte del impuesto sobre la renta de las sociedades sería de 4 puntos porcentuales, con lo que el tipo pasaría de “actualmente 24 a 20%.