Empoli celebra con Piccoli: ¡1-1 en Sampdoria y es la salvación!

Gran gol de Zanoli en la primera parte. En el tiempo añadido llega el destello del delantero que vale la pena quedarse en la Serie A para el equipo de Zanetti

El primer gol de Piccoli no se puede olvidar. Para él y para Empoli. Porque alojarse en A dei Toscani merece la pena. Sampdoria es corazón, orgullo de carreras y habilidad. Un golazo de Zanoli salva el honor, parece la tarde adecuada para sonreír un poco a pesar del descenso, luego el empujón del atacante en el tiempo añadido premia la excelente temporada de los toscanos.

Súper Zanoli

La curva de Dorian despliega una polémica pancarta al grito de «manos fuera de la Sampdoria», mientras los chicos de Stankovic aguantan el campo con gran dignidad. El 4-2-3-1 de Zanetti cubre mejor los espacios e inicialmente hay mucho Empoli. Caputo en división de dos pasos y un pie derecho venenoso de Cambiaghi le dan a Ravaglia un largo escalofrío. Luego la Sampdoria gana campo con destreza y armonía aprovechando al máximo los flancos y todo vuelve a equilibrarse. Zanoli, ante la perla de la delantera, desperdició increíblemente de cerca. A partir de ahí Ebuehi y Caputo se estorban a dos pasos de la portería, mientras un tiro cruzado de Baldanzi encuentra un gran Ravaglia. Sin embargo, Samp no se rinde y el lenguaje corporal de Quagliarella lo dice todo. El capitán trabaja un balón por la izquierda, remata y centro al segundo palo donde en media chilena de Zanoli se burla de Vicario (34′). Empoli acusa el golpe que, sinceramente, no se merece, pero lo que produce es muy poco y la Samp se va a tomar el té con todo el control.

La recuperación

La reacción de los toscanos dura el espacio de un bostezo. Las bandas son propiedad de la Sampdoria que parece tener un paso más. Una falta de Gabbiadini compromete a Vicario, luego Quagliarella va en busca del gol a toda costa. Zanetti inserta Destro y Pjaca por Baldanzi y Henderson y cambia a un 4-3-3 con Pjaca como apoyo. En definitiva, unos toscanos muy desequilibrados y una Sampdoria dispuesta a labrar los espacios en la reanudación. Stankovic recuerda a Quagliarella entre ovaciones y lanza los frescos Lammers. El balón está en manos de los toscanos pero no faltan los borrones, Caputo svirgola desde dentro del área, apoyos y controles a veces se escabullen sin motivo, mientras la curva de Dorian sigue cantando sin cesar. El empuje de Empoli es débil, el tráfico de delanteros no produce mucho además porque un gran Nuytinck se eleva en el área. Luego, en la final, aquí está el parpadeo de Piccoli. Al final, Zanetti tiene razón. Y en Empoli puede empezar la fiesta.



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