Pagaba a sus empleados 4 euros la hora por un trabajo superior a 50 horas semanales, les deducía parte del salario, limitaba el disfrute de las vacaciones y en caso de accidente laboral lo hacía pasar por accidente doméstico. Por este motivo, un empresario propietario de cinco supermercados en Montepaone, Soverato y Chiaravalle Centrale, junto con otras dos personas, fue detenido por los financieros de la Comandancia Provincial de Catanzaro, quienes también se apoderaron de 6 actividades comerciales con activos de la empresa por valor de más de 27 millones de euros.
Asociación delictiva destinada a la explotación laboral.
Los financieros, en ejecución de una orden del juez de instrucción a petición de la Fiscalía de Catanzaro, también detuvieron y pusieron bajo arresto domiciliario a un asesor laboral y a un director administrativo de la empresa, mientras que a dos jefes de tienda se les impuso la obligación de residir en el municipio de residencia. Los cinco están siendo investigados por asociación delictuosa con fines de explotación laboral, extorsión y delitos de falsedad ideológica cometidos por un particular en un acto público. Las sociedades anónimas que administraban las actividades comerciales estaban encomendadas a administradores judiciales designados con la misma disposición.
Condiciones de trabajo degradantes
Las medidas cautelares surgen de la actividad desarrollada por el grupo de investigación contra la delincuencia organizada de la Unidad de Policía Económico-Financiera de Catanzaro que se dividió en interceptaciones y registros. Las investigaciones revelaron que los cinco sospechosos, bajo las directivas de los propietarios de las empresas y aprovechando la condición de necesidad y vulnerabilidad derivada de la precariedad económica, habían impuesto condiciones de trabajo degradantes y peligrosas en los lugares de trabajo a más de 60 empleados, violando sistemáticamente las legislación sobre jornada laboral y el pago de un salario manifiestamente insuficiente o en todo caso insuficiente en relación con la cantidad y calidad del trabajo realizado (4,00 euros por hora, para trabajos realizados durante más de 50 horas semanales) o restando parte del el salario (con devolución en efectivo). Además, los empleados se habrían visto limitados al disfrute de los días de descanso semanal y de las vacaciones anuales, garantizados por ley, con sólo dos semanas de vacaciones al año y se habrían visto obligados a trabajar en entornos que no cumplían con las normas de seguridad.
Accidentes de trabajo no declarados como tales
Además, según la acusación, los cinco no declararon los accidentes de trabajo como tales, sino que los señalaron como accidentes domésticos, impidiéndoles así obtener las protecciones de seguridad social e indemnización necesarias previstas por la ley. El asesor laboral y el director administrativo, que asistieron activamente al empresario, según los investigadores, tenían la tarea, respectivamente, de redactar contratos de trabajo aparentemente a tiempo parcial y nóminas falsas que no reflejaban las horas reales trabajadas y de ocuparse de las gestión contable de las actividades, colaborando en la redacción de contratos de trabajo; los gerentes de las tiendas fueron delegados para supervisar a los empleados, a quienes se les pidió que realizaran turnos agotadores, negándoles la posibilidad de utilizar parte de las vacaciones a las que tenían derecho. Además, cuando se verificaban accidentes de trabajo, acompañaban a los trabajadores al hospital para obligarlos a hacer declaraciones falsas sobre la dinámica del accidente.