El “maillot negro” a nivel nacional por la mayor contaminación por partículas (PM10) en 2022 aún permanece sobre los hombros de Turín. Según los datos publicados en “Mal’Aria di città – Se busca un cambio de ritmo”, el informe elaborado por Legambiente y publicado en el marco de la Campaña Ciudades Limpias, de hecho, es a la sombra de la Mole Antonelliana donde se registran los mayores niveles de smog de toda la península. A continuación, tras los 98 días de overrun (50 microgramos por metro cúbico) en la capital piamontesa, se encuentran Milán, donde el timbre de via Senato sonó 84 veces, y Asti (79). En total, en 2022, 29 de 95 ciudades superaron los límites diarios (establecidos en 35 microgramos por metro cúbico) de PM10. Entre estos también encontramos Módena, Padua y Venecia, mientras que en el top ten nacional el sur está representado por la ciudad de Andria, en Puglia. Estos centros han duplicado efectivamente el número de sobrecostos permitidos. Una situación similar también en lo que respecta a la contaminación por dióxido de nitrógeno (NO2), con Lombardía confirmándose a la cabeza de las regiones (con Milán, Como y Monza) seguida de Trentino Alto Adigio (con Bolzano y Trento), Piamonte (Turín), Véneto (Padua) y Liguria (Génova). Avanzando también encontramos, siempre en esta clasificación especial, Roma y las ciudades sicilianas de Catania y Palermo. “La contaminación del aire no es solo un problema ambiental, sino también un problema de salud de gran importancia -dice Stefano Ciafani, presidente nacional de Legambiente-. En Europa, es la primera causa de muerte prematura por factores ambientales e Italia registra un triste récord con más de 52 mil muertes al año por PM2.5, equivalente a una quinta parte de las registradas en todo el continente. Es necesario actuar con urgencia para salvaguardar la salud de los ciudadanos, introduciendo políticas eficaces e integradas que afecten a las distintas fuentes de smog, de la movilidad a la calefacción de edificios, de la industria a la agricultura”. Entre las propuestas de la asociación ecologista para intentar revertir esta tendencia se encuentran importantes inversiones en transporte público, el rediseño del espacio de la ciudad con peatonalización y las zonas 30.