¿Es un poco frívolo a veces? ¿A veces galopa? ¿Simplemente no tiene idea de política y por eso evita discusiones que vayan más allá del deporte?
En todo caso.
Y a pesar de ello, o quizás precisamente por eso, Kramer es el mejor experto del Campeonato de Europa. El nuevo Jürgen Klopp, que entusiasmó a los espectadores entre 2005 y 2008. Ya sea en las clasificaciones de t-online o de “Sport Bild”: Kramer siempre obtiene una calificación que al graduado de secundaria probablemente le hubiera gustado tener más a menudo en la escuela: una A. Y con razón.
Kramer está entusiasmado en todos los sentidos. Hace gestos, dice lo que piensa y acepta que lo molestarán por ello. Si se retrasa en la argumentación, pone al público de su lado con un dicho divertido. Sabe de táctica y admite abiertamente cuando le gusta un equipo y no otro.
Kramer tiene una ventaja inmejorable: como jugador activo de la Bundesliga, él mismo experimenta muchas cosas, como el videoarbitraje.
La carrera de Kramer como experto es como la de un jugador nacional: campeón del mundo. Y de una manera loca, aporta una refrescante mezcla de experiencia, humor y autenticidad al reportaje y con ello una agradable ligereza a los salones alemanes. Ha existido de esta forma desde Thomas Gottschalk y “Wetten,dass..?” no más. Incluso si fuera moderador, no era un experto como Kramer.