El acto final antes del gran castillo de fuegos artificiales fue el de un cantante francés en la ceremonia de clausura de los Juegos Olímpicos.
¡Fénix! ¡Aire! ¡Chiles rojos picantes! ¡Billie Eilish! La ceremonia de clausura olímpica del domingo (11 de agosto) tuvo muchos momentos musicales destacados que ofrecer. Poco después de que se entregara la llama olímpica a Los Ángeles y el presidente del COI, Thomas Bach, declarara finalizados los Juegos de París, se produjo otro momento de piel de gallina.
La cantante francesa Yseult comenzó su versión del clásico “My Way” de Frank Sinatra con las palabras “Voilà, nous l’avons fait comme ça”. La pieza es en realidad de Claude François y Paul Anka la reorganizó para Sinatra. Francia y Estados Unidos, el anfitrión actual y el próximo anfitrión de los Juegos Olímpicos, unidos en una canción. Es posible que Yseult ahora también haya ganado muchos fanáticos fuera de Grande Nation.
Voz fuerte, mensajes fuertes
Yseult, que también trabaja como modelo, es una de las grandes voces de Francia. Es de ascendencia camerunesa y se hizo conocida tras participar en el concurso de talentos francés “Nouvelle Star” (la versión francesa de “Pop Idol”) en 2013, donde quedó en segundo lugar.
La música del cantante con una voz impresionante oscila entre el pop, el soul y la chanson. Sus canciones suelen ser muy personales y abordan temas como la autoaceptación y el éxito y el fracaso del amor. Después de su álbum debut YSEULT (2015), la joven de 29 años encontró algo parecido a su identidad artística con su segundo disco NOIR en 2019. Aquí habló de sus experiencias como mujer negra en la sociedad francesa y de su lucha con los problemas mentales. Yseult es ahora considerada una de las caras más famosas del movimiento body positivity en Francia y desafía conscientemente en las pasarelas los estándares de belleza en las industrias de la moda y la música. Es un modelo a seguir para muchas mujeres jóvenes y especialmente para las mujeres de origen africano en Francia.
La ceremonia de clausura de los Juegos Olímpicos también comenzó con una fuerte voz francesa. Zaho de Sagazan cantó una canción de Édith Piaf. En este caso –cómo no– una oda a París: “Sous le ciel de Paris”.