Los Hammers defienden el 2-1 en la ida y golpean en el tiempo añadido: vuelven a disputar el último acto de un trofeo europeo tras 47 años
Cuarenta y siete años después de la última vez, el West Ham jugará la final de una copa de Europa. El equipo de David Moyes vence 1-0 al AZ Alkmaar y se hace con un billete para el gran partido previsto para el miércoles 7 de junio en Praga. Tras el 2-1 de Londres, vencido en la remontada gracias a los goles de Benrahma y Antonio, los Hammers hacen el partido perfecto en Holanda: concentrados y compactos durante los 90′, mantienen la portería a cero y marcan en pleno tiempo de descuento, con el nuevos Fornals haciendo estallar de alegría a la afición inglesa.
NO SORPRESA
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Los dos entrenadores cuentan con las mismas formaciones que en el partido de ida: el único cambio está en el AZ, que coloca a Kerkez en la izquierda en lugar de De Wit. Moyes se centra en los mejores jugadores habituales. Areola entre los postes, Kehrer, Zouma, Aguerd y Cresswell en defensa, la dupla Rice-Soucek en el medio. En primera línea, Bowen, Paquetà y Bernahma apoyan a Michail Antonio, que se ha convertido en imprescindible tras la lesión de Scamacca (temporada finalizada). La primera mitad fue equilibrada: los extremos holandeses crearon dificultades para los Hammers, que sin embargo se mantuvieron compactos y solo concedieron un tiro. West Ham, por otro lado, funciona bien en los contraataques. A la imaginación de Bowen y Benrahma se suma la calidad del exjugador del AC Milan Paquetà, que en el minuto 25 pega en el segundo poste con una jugada propia: control sobre el trocar, desvío de zurda y tiro al segundo palo . Nada que hacer, el marcador es 0-0 en el descanso.
LA RECUPERACIÓN
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Al volver de los vestuarios, AZ pisa el acelerador. Kerkez y Reijnders metieron un par de balones interesantes, pero Pavlidis ya no parece la máquina goleadora que noqueó a Lazio y Anderlecht. El West Ham fue despertado por el capitán Rice, que asustó a los holandeses con un disparo desde lejos. En la última media hora, sin embargo, el balón del partido pasa definitivamente a los pies del AZ, que tiene prisa por verticalizarse para intentar marcar al menos un gol. Al final, los ingleses ganan con experiencia: duermen el partido en cuanto tienen la oportunidad e intentan sorprender con los reinicios de los recién llegados Fornals e Ings. La receta es ganadora, porque en el 94′ Fornals dispara al contraataque. El partido termina un minuto después, Rice y sus compañeros pueden celebrar. Los sueños de triunfo internacional del año pasado se desvanecieron tras su eliminación en las semifinales de la Europa League contra el eventual campeón Eintracht. La redención ahora puede llegar en la final de Praga. Y pensar que, en la Premier League, los Hammers aún no están aritméticamente seguros: a dos días del final del campeonato, están a seis puntos del decimoctavo puesto…
18 de mayo – 23:18
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