El vivero Klazienaveen teme la biofermentación y cuestiona el permiso

Por el momento, el municipio de Emmen se niega a retirar dos colosos de hormigón del Gantel en Klazienaveen. Los tanques de fermentación son una espina clavada para el vivero vecino, que ha acudido al Consejo de Estado para solucionar el problema.

Los contenedores son el comienzo de lo que debería convertirse en una planta de biofermentación y una planta combinada de calor y energía. Los cimientos de hormigón ya estaban allí antes de que la empresa de fermentación obtuviera el permiso. Sin embargo, el municipio se negó a actuar porque ya estaba preparando los trámites. El permiso ya ha sido concedido.

El vivero acudió a los tribunales, que fallaron a su favor, pero como al proyecto se le concedió un permiso, el tribunal ahora está examinando el permiso que ya se ha concedido. Mientras tanto, el procedimiento está pendiente ante el Consejo de Estado, con la esperanza de que ordene la demolición de los contenedores de hormigón.

Con el biodigestor y la central combinada de calor y electricidad alimentada con leña se puede suministrar energía a las empresas hortícolas y de otro tipo de los alrededores. Éstos, a su vez, pueden disponer de sus residuos en la planta de fermentación.

El Consejo de Estado se pronunciará dentro de unas semanas.



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