“Todavía me cuida, pero he aceptado que nunca volverá”. Tamara Hanegraaf (55) ha dado un lugar a la despedida de Pieter Aspe y se implica en la lucha contra el abuso del alcohol, el demonio contra el que ha luchado su gran amor durante toda una parte de su vida. Pero en esa lucha recibe menos apoyo del que esperaba. Tiene problemas con el presidente de Vooruit, Connor Rousseau, y también con Evi Hanssen. “Ella pone en ridículo el problema de las adicciones”, suena en ‘Todo el día’.
ttn-es-34