Levantó la Copa América en la final ante Colombia y se despidió de la selección, que se fue entre lágrimas tras el último triunfo.
La última noche, tal como la había soñado. Otro triunfo y luego despedida de todos sus compañeros que le dedicaron la Copa América. El niño rosarino, nacido en la misma ciudad que Lionel Messi y al que le une una gran amistad con uno de los más grandes jugadores de la historia del fútbol. Ángel Di María hizo la historia de la selección argentina y de los clubes en los que jugó, pero el increíble hat-trick Copa América-Mundial-Copa América, nunca logrado por ninguna selección, partió de aquella final en el Maracaná de Río de Janeiro contra los eternos rivales de Brasil. Una final que lleva la firma de Ángel Di María, un triunfo que sitúa a la Albiceleste de Scaloni al mismo nivel que las de Menotti y Bilardo, quizás incluso más arriba. Messi y Di María, la mente y el brazo, una estela de éxitos y magia que parte de un mismo punto de Sudamérica y trae a Europa y al mundo las jugadas de dos campeones, rivales que visten las camisetas de Real Madrid y Barcelona pero nunca enemigos en el signo de sus orígenes.