El titánico proyecto de Sam Altman para suministrar semiconductores a OpenAI


Para reducir su dependencia de los proveedores de componentes electrónicos, Sam Altman quiere reorganizar la industria mundial de semiconductores. Según información obtenida por el Wall Street Journal El 8 de febrero, el responsable de OpenAI habría definido un plan de ataque para producir en el futuro sus propios chips dedicados a la inteligencia artificial (IA).

OpenAI en busca del Santo Grial: su independencia en semiconductores

Desde hace varios meses, Sam Altman ha estado en conversaciones con inversores. Estas discusiones tienen como objetivo recaudar fondos que se utilizarán “ el desarrollo de infraestructura global y cadenas de suministro para chips, energía y centros de datos, » según un portavoz de la empresa. En total, los proyectos imaginados por el director general de OpenAI costarían entre 5.000 y 7.000 millones de dólares. Una suma difícil de imaginar, al menos el doble de la capitalización de la empresa más valiosa del mundo, Microsoft. La industria de los semiconductores, entre investigación y desarrollo y costes de fábrica, es una de las más caras del mundo.

Para obtener parte de esta suma, Sam Altman se dirigió al gobierno de los Emiratos Árabes Unidos, al director general de SoftBank, Masayoshi Son, y a representantes de Taiwan Semiconductor Manufacturing Company (TSMC). Gracias a los fondos que obtendría del gobierno emiratí, se plantearía abrir decenas de fábricas de fabricación de semiconductores. El principal fundador del mundo los construiría y luego los operaría para el director de OpenAI, que sueña con “poseer” sus propias fábricas de semiconductores.

Al construir su propia red de fabricación, Sam Altman reduciría la dependencia de OpenAI de Nvidia, el principal proveedor de aceleradores de IA. La compañía está aplastando el mercado, hasta tal punto que hoy en día es difícil prescindir de sus unidades de procesamiento de gráficos (GPU) para entrenar modelos de lenguaje grandes y de alto rendimiento.

Hasta ahora OpenAI ha podido contar con su socio privilegiado, Microsoft. La empresa aprovecha los recursos informáticos de sus socios para desarrollar y operar herramientas cada vez más avanzadas. OpenAI mantuvo una reunión con Satya Nadella y Kevin Scott, CEO y CTO de Microsoft respectivamente, para presentarles el proyecto, obteniendo su apoyo.

Sam Altman, un auténtico trotamundos, viaja a los cuatro rincones del mundo

Para tener una idea de Oriente Medio, Sam Altman se acercó al jeque Tahnoon bin Zayed al Nathyan, asesor de seguridad nacional de su hermano, el jeque Mohammed bin Zayed, presidente de los Emiratos Árabes Unidos. En cuanto a la relación entre SoftBank y OpenAI, se fortaleció como parte del proyecto de teléfonos inteligentes con tecnología de inteligencia artificial emprendido por Sam Altman y Jony Ive, exjefe de diseño de productos de Apple. Los dos socios pidieron a Masayoshi Son que buscara financiación para su dispositivo.

Además, a finales de enero, Sam Altman visitó Corea del Sur. Visitó la línea de producción de semiconductores de Samsung en Pyeongtaek, se reunió con Kyung Kye-hyun, codirector ejecutivo del grupo surcoreano, y con Kwak Noh-jung, director ejecutivo de SK Hynix, el rival de Samsung. No se revelaron los motivos del viaje del líder de OpenAI a la península de Corea. Sin embargo, las discusiones se habrían centrado en el establecimiento de asociaciones entre OpenAI y los dos mayores productores de chips de memoria del mundo.

Para responder a las preguntas sobre energía, uno de los pocos motivos de preocupación sobre el proyecto, Sam Altman recurriría a los proveedores de energía. Tenga en cuenta que una de las filiales de SoftBank, SB Energy, se especializa en electricidad verde. Aún no se conoce la lista completa de posibles inversores. Los esfuerzos ya realizados por el CEO de OpenAI sólo parecen ser el comienzo de un largo trabajo de negociaciones. Se espera que sólo conseguir las asociaciones y los fondos necesarios lleve años.



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