El tan esperado análisis del gobierno deja una cosa clara: abolir los subsidios a los fósiles es una tarea arriesgada


El ministro Rob Jetten quiere deshacerse de los subsidios a los fósiles. Resulta ser un trabajo complicado.Imagen Ramón de Flymen / ANP

Además del Memorándum Presupuestario, la ministra saliente Sigrid Kaag llevaba el martes aún más papel en su maletín: cientos de páginas de estudios sobre los subsidios a los fósiles. Una parte importante de esto, el apéndice 25 del Memorándum Presupuestario, ya se había filtrado. La conclusión más importante es que en los Países Bajos se pagan anualmente entre 39.700 y 46.400 millones de euros en subsidios a los fósiles a través de sistemas fiscales. Por eso la atención del martes se centró principalmente en esa otra publicación: el tan esperado «análisis de impacto» de la abolición de esos miles de millones en subsidios.

Quienes esperaban una respuesta clara a la pregunta de cuál era la mejor manera de lograrlo se llevaron una decepción. En lugar de un documento útil con una visión general del impacto de todos los subsidios a los fósiles, resultaron ser nueve ‘análisis de impacto’ separados para los subsidios que el gobierno pretende abolir. Los estudios también difieren considerablemente en la forma y no siempre conducen a conclusiones inequívocas.

Sobre el Autor
Tjerk Gualthérie van Weezel escribe de Volkskrant sobre energía y el impacto de la transición energética en la vida diaria.

Sin embargo, la maraña de información proporciona un comienzo para dar respuesta a una serie de preguntas esenciales que dominan el debate sobre los subsidios a los fósiles: ¿pueden los Países Bajos abolir un subsidio por sí solos? ¿Cuáles son los costos que conlleva la abolición? ¿Tienen las empresas perspectivas de acción cuando desaparezca el subsidio a los combustibles fósiles? ¿Y existe la posibilidad de que la abolición conduzca a una «fuga» de actividad económica?

Cuando se le pregunta si los Países Bajos pueden abolir por sí solos los subsidios a los fósiles, el gobierno responde «no» a muchas de las medidas. Esto se refiere a un importe total de 22 mil millones de euros en subvenciones. Un ejemplo frecuentemente mencionado es la exención fiscal sobre el queroseno para aviones y sobre el fueloil para el transporte terrestre. Juntos representan una subvención a los fósiles de 2.500 millones de euros. Como se trata de un acuerdo europeo, este subsidio no puede simplemente abolirse. Los Países Bajos deben ejercer presión para lograr esto en Europa.

Acuerdos internacionales

Sin embargo, la impotencia de los Países Bajos no siempre es tan evidente. Tomemos, por ejemplo, el mayor subsidio a los fósiles mencionado por el gobierno: 14 mil millones de euros para la exención del petróleo fósil con el que se fabrican el plástico y otros plásticos. Según el gobierno, debido a los acuerdos internacionales no es posible imponer impuestos especiales sobre este petróleo. Añadir que es posible introducir un nuevo impuesto nacional para ello.

Para los subsidios que pueden ajustarse fácilmente, la pregunta es qué costos esto implica. Menos subsidios para la horticultura en invernadero significa tomates más caros. Y un menor subsidio al uso de gas para electricidad significa que la electricidad de las centrales eléctricas holandesas será más cara.

Cuánto sube ese precio depende de las alternativas que tengan los usuarios. Por ejemplo, los productores de invernaderos pueden absorber parte del aumento de costos con ahorros de energía y tecnologías sostenibles. En teoría, otras empresas podrían absorber los costos utilizando menos gas y más electricidad. Pero como la red eléctrica está llena y no pueden conseguir conexión, estas alternativas a menudo sólo existen en el papel.

efecto de fuga

Cuanto menos puedan hacer las empresas para compensar la pérdida de subsidios a los fósiles, mayor será la amenaza de un efecto de fuga. Esto significa que la producción se trasladará a otros países. Esto es un gran temor, especialmente en el flanco derecho de la Cámara de Representantes.

También se pueden encontrar ejemplos de esto en los estudios. Por ejemplo, si las centrales eléctricas holandesas tuvieran que pagar más por el gas que las centrales de los países vecinos. Esto daría como resultado que los Países Bajos importen más electricidad del extranjero, de centrales eléctricas que son generalmente menos eficientes que las holandesas. En ese caso, la economía holandesa y el clima pierden. Por otro lado, en los Países Bajos el modelo de ingresos de la energía sostenible está mejorando.

Sin proporcionar una visión completa, los análisis de impacto dejan en claro principalmente que la abolición de los subsidios a los fósiles es una actividad sutil. La supresión de cualquier subvención entraña sus propios riesgos. Sopesar estos riesgos será sin duda uno de los temas más importantes del próximo año político.



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