Durante los próximos treinta años, el campo holandés debe contar con una gran cantidad de piezas relativamente pequeñas de la naturaleza, como arboledas, setos, huertas, estanques, franjas ricas en hierbas y zanjas respetuosas con la naturaleza. Estos ‘pequeños elementos del paisaje’ pueden ser creados y gestionados por agricultores, propietarios privados y también por los gobiernos. Estas son áreas que no tienen más que unas pocas hectáreas de tamaño. Hasta 2030, los costos ascienden a aproximadamente 7.500 millones de euros y deben ser pagados por el gobierno. Ese es el significado de un ‘plan de ataque al paisaje’ que se lanzó el miércoles y se presentó a la ministra Christianne van der Wal (Nature and Nitrogen, VVD).
El plan fue elaborado a petición del gobierno por una amplia coalición de más de un centenar de partidos, incluidas organizaciones de la sociedad civil, municipios, juntas de agua, empresas y varios ministerios.
La coalición está unida en una plataforma, la Fundación para la Recuperación de la Biodiversidad del Plan Delta, cuyo objetivo es revertir la tendencia continua de pérdida de biodiversidad en los Países Bajos para 2030. “La biodiversidad ha disminuido drásticamente en los últimos cincuenta años”, afirma el plan. “Los insectos han disminuido en un 70 por ciento y las aves, los mamíferos y los peces en las zonas rurales están bajo una gran presión. El paisaje holandés fue visto principalmente como una mercancía. Como resultado, su calidad ha disminuido enormemente. Alrededor del 60 por ciento de los elementos del paisaje han desaparecido en el último siglo debido a la urbanización y la intensificación y ampliación de la agricultura”.
El plan de ataque presentado el miércoles aboga por un ‘veteado verde-azul’ de aproximadamente el 10 por ciento del área rural en los Países Bajos, fuera de las áreas edificadas y excluyendo la naturaleza existente en la Red de la Naturaleza de los Países Bajos y las áreas Natura 2000. Para ello, las tierras de los agricultores, los gobiernos y los particulares deben transformarse en reservas naturales. Los propietarios que ponen sus tierras a disposición deben ser reembolsados por los costos de construcción y administración, afirma la coalición, y también deben ser compensados por la pérdida de ingresos debido al cambio de función de la tierra.
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veteado verde-azul
El ‘veteado verde-azul’ tiene varios propósitos: embellecer el paisaje, aumentar la biodiversidad, mejorar la calidad del agua, contribuir a los objetivos climáticos y promover ‘un sistema alimentario más saludable y menos exigente’. Según la coalición, el plan contribuye a “un ingreso sostenible para los agricultores que cambian a formas de agricultura que incluyen la naturaleza”.
Finalmente, la recreación y el clima de negocios también se beneficiarían de los planes. “Tenemos que empezar lo antes posible”, dice el director Ronald Hiel de la Fundación para la Recuperación de la Biodiversidad de Deltaplan. El plan de paisaje es uno de los planes que debería contribuir a fortalecer la naturaleza en los Países Bajos.