Tras un simulacro de juicio en diciembre, trascendió la noticia de que Olivier Vandecasteele fue condenado a 28 años de prisión. El empleado de la ONG de Flandes Occidental, que fue arrestado en Irán el 24 de febrero, fue culpable de espionaje, lavado de dinero y cooperación con Estados Unidos contra Irán, según el régimen iraní. Sin embargo, parece que Teherán lo está utilizando para intercambiarlo con el terrorista iraní Assadollah Assadi, que se encuentra en nuestra prisión.
Si la situación de Vandecasteele ya era grave, ahora se ha vuelto aún más apremiante. Según la agencia de noticias iraní Tasmin, fue condenado a 40 años de prisión y 74 latigazos. Es una suma de varios castigos. Recibió tres veces 12,5 años de prisión por espionaje, cooperación con EE.UU. y lavado de dinero. También recibió 2,5 años de prisión y 74 latigazos por presunto contrabando de dinero.
Hay mucha incertidumbre sobre el penalti. Ni la familia de Vandecasteele ni el Ministro de Asuntos Exteriores Hadja Lahbib (MR) han recibido información oficial todavía. Por el momento, continúan en los informes de los medios iraníes. La organización de derechos humanos Amnistía Internacional también anda a tientas. “El proceso judicial en Irán es muy poco transparente. Hasta la semana pasada, ni siquiera sabíamos de qué se acusaba a Vandecasteele”, dice Wies De Graeve, director de Amnistía Internacional Flandes.
Pesadilla
Según Olivier Van Steirtegem, el mejor amigo y portavoz de Vandecasteele, “no importa” si West Fleming fue condenado a 28 o 40 años. “En ambos casos, el castigo es inhumano e insoportable. Ha estado completamente aislado en un sótano durante once meses, ya ha perdido 25 kilogramos. Su familia ni siquiera sabe dónde está detenido. Esto es una pesadilla.”
Por lo tanto, la familia está aumentando la presión sobre el gobierno federal. Ahora más que nunca, deben instar al régimen iraní a encontrar una solución, dice Van Steirtegem. “Olivier Vandecasteele ha sido rehén durante once meses. ¿Y qué hace el gobierno belga? Es hora de que la gente se responsabilice”.
Según De Graeve, el modus operandi del régimen iraní en este caso es comparable al de otros casos que involucran a no belgas. “La inhumanidad, la falta de transparencia: eso sigue volviendo”. Debido a que sus gobiernos están en el mismo barco que los belgas, aboga por continuar ejerciendo juntos la presión internacional sobre Irán. “El régimen iraní ciertamente no es inmune a esa presión, ya que hay muchos lazos e intereses económicos involucrados”.
A fines de 2022, el gobierno belga concluyó un tratado con Irán para permitir un intercambio de prisioneros con Assadi, pero el Tribunal Constitucional lo suspendió. Desde entonces, la búsqueda de una solución ha continuado. La ministra Lahbib dice en Twitter que visitará al embajador iraní.