En la Eurocopa 2004, el suizo Murat Yakin tuvo la nada envidiable tarea de marcar a la explosiva nueva sensación adolescente de Inglaterra, Wayne Rooney.
No le fue bien. Como una fuerza de la naturaleza rebelde, Rooney, de 18 años, marcó dos goles en la victoria por 3-0 en Portugal y dejó su huella en la competición. Yakin nunca tuvo ninguna oportunidad.
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Pero dos décadas después, Yakin busca venganza y usa esos dolorosos recuerdos como leña al fuego.
Cuando se le preguntó sobre ese encuentro de hace 20 años, el técnico de 49 años dijo: “Fue una situación loca. No nos comportamos bien antes y durante el torneo.
“Hubo malestar. Si pierdes 3-0, no es agradable. Yo era jugador, así que no tengo que dar explicaciones, ese es el trabajo del entrenador”.
“Hubo jugadores que marcaron la diferencia como Michael Owen y Paul Gascoigne…”
Un periodista local no tarda en corregirlo: no Gazza, sino Wazza. Yakin sonríe: “No soy historiador”. Quizá haya decidido borrar de su mente cualquier rastro de Rooney.
Pero, como señala Yakin, muchas cosas han cambiado en el fútbol suizo desde entonces. “Hoy prácticamente no tenemos ruido de fondo. No se puede comparar con aquella época.
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“Hemos evolucionado como equipo y hemos aprendido de nuestros errores. Ha merecido la pena vivirlo. Puedo sacar provecho de ello como jugador y como entrenador”.
En estos momentos, Yakin está cosechando los frutos de un sorprendente cambio con la selección nacional suiza. Semanas antes de que comenzara la Eurocopa, muchos pedían su dimisión.
Ha sido un período difícil para Yakin, quien perdió a su madre el otoño pasado mientras lidiaba con las consecuencias de una campaña de clasificación para la Eurocopa por debajo de lo esperado, empatando cinco de sus 10 partidos del grupo y terminando segundo detrás de Rumania.
Ahora es el hombre del momento. El hombre que se enfrenta a las grandes naciones con tácticas valientes y grandes ideas y, la mayoría de las veces, sale victorioso; basta con preguntarles a Alemania e Italia.
Y aunque todavía no ha extendido su contrato más allá de este verano, también es el hombre que ha logrado bloquear a los detractores y salir victorioso.
Quiere que Southgate haga lo mismo. Ambos han desarrollado una amistad a lo largo de los años tras conocerse en conferencias internacionales de entrenadores.
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Yakin dijo: “En los últimos años, he tenido buenas conversaciones con Gareth. Creo que estamos al mismo nivel. También nos entendemos.
“Cuando tienes grandes jugadores y puedes elegir entre muchos jugadores y ves los resultados, por supuesto que hay problemas en Inglaterra.
“Por eso hay que concentrarse en el fútbol y en nada más. Es lo único que podemos hacer como entrenadores. Yo también lo he vivido personalmente durante el último año”.
Yakin se muestra comprensivo con la situación de Southgate y admitió que la mayoría de los equipos habrían tenido dificultades para romper el bloque bajo de Eslovaquia, que hizo que Inglaterra necesitara algo de magia muy tardía de Jude Bellingham y Harry Kane para llegar a la meta.
Pero no hay que confundir esa simpatía con debilidad. Sea cual sea su relación, Yakin está dispuesto a acabar con el sueño de Inglaterra de participar en la Eurocopa y, posteriormente, con el reinado de ocho años de Southgate como entrenador.
Yakin dijo: “Estamos emocionados por ver qué solución tendrán contra nosotros. Con qué formación, con qué sistema, con qué estrategia jugarán contra nosotros.
“Inglaterra tiene que seguir nuestro ejemplo. Eso nos hace muy peligrosos, pero depende de nosotros cómo encaramos el ritmo. Inglaterra puede tener intensidad si se lo permitimos.
“Tienen laterales que suelen jugar más arriba, ofensivamente, y eso los hace peligrosos. Balones largos, segundos balones, ese es el estilo de juego que también vimos contra Escocia.
“Puede ser un poco impredecible. No se puede entrenar para situaciones aleatorias, no se puede predecir. Solo se pueden explicar estas situaciones. Si ese es el caso, simplemente tenemos que estar preparados”.
Se espera que el capitán suizo Granit Xhaka sea titular contra Inglaterra a pesar de sufrir una lesión en el aductor que requirió una exploración el lunes.
El excentrocampista del Arsenal, Xhaka, de 31 años, necesitó inyecciones para superar la victoria ante Italia y se entrenó lejos del equipo ayer, pero los suizos dicen que su puesto como titular “no está en peligro”.
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