El rey Alcaraz conquista Nueva York y toma el trono mundial. Ruud Ko 3-1

El español en la primera final de Grand Slam se anota un histórico doblete y el número 1 del mundo más joven desde 1973 al vencer al noruego por 6-4 2-6 7-6(1) 6-3

Que se eleven los cantos de victoria de Carlos I de España, el nuevo rey del tenis y fresco campeón de Grand Slam. Carlos Alcaraz, a sus 19 años, se convierte en el número 1 del mundo más joven en los últimos 49 daños, desde que existe el ranking informatizado. Pero sobre todo, con el primer Slam de su carrera, abre definitivamente la nueva era del tenis. La de la UltraNext Gen que gana los grandes torneos, una hazaña nunca lograda en la Era de los Big3.

El pupilo de Juan Carlos Ferrero, que en Nueva York en 2003 se convirtió en el número 1 del mundo, ejecutó a la perfección su plan al vencer a Casper Ruud en 4 sets por 6-4 2-6 7-6(1) 6-3. Poco antes del viaje americano nos lo había dicho claro: “Primero aprendo a ganarle a Sinner, y luego gano un Grand Slam”. Y así lo hizo, por desgracia, doblando nuestro número 1 después de una batalla agotadora de 5 horas y 15, la segunda más larga en el Grand Slam de EE. UU.

El partido

Primer set que arranca con el español cargado de resortes, como nos tiene acostumbrados con el brío de sus 19 años. En el 3er juego se vuelve loco y vuela 40-0 en el servicio noruego. Dispara una carga directa de poder y exuberancia adolescentes. Ferrero frunce el ceño en el área, como para golpear a su pupilo. Carlos toma la amonestación y en la segunda oportunidad sella la ventaja: 2-1. Cuando llega el momento de consolidar, Alcaraz arriesga, cancela un punto de quiebre y luego cierra para el 3-1. Ruud ya no es capaz de cerrar distancias y el español cierra 6-4. En el segundo set se eleva la actuación de Casper Ruud quien en el 6° juego, por primera vez logra arrebatarle el chiste al joven rival. Ruud acaba 15-30 por detrás al confirmar el quiebre. Luego gana un intercambio atrevido para el 30-0 pero enseguida llega el balón del contragolpe para Alcaraz. El noruego lo despeja con el servicio y luego tiene el balón del 5-2. Carlos se enoja por una respuesta incorrecta bajo la mirada sombría de Ferrero. El noruego cierra y está a un paso del 2º set que gana en el 8º juego, arrebatando el servicio a Alcaraz y sellando el empate a set por 6-2. Hora de volver al campo y la situación se invierte. Alcaraz vuelve a parecer más flojo y aprovecha un quiebre en la apertura del tercer set al noruego. Pero la alegría dura poco, porque Casper, atléticamente impecable y técnicamente peligroso, aprovecha la falta de energía del asturiano y se lleva el saque perdido: 2-2. En el 12º juego vamos varias veces a las ventajas con Ruud que tiene dos puntos de set pero el pupilo de Ferrero saca todo el orgullo que le queda y se da el tie break. La adrenalina del murciano es grande, mientras que el noruego parece algo probado por haber desperdiciado la oportunidad de irse dos sets a uno. El español arranca con dos minibreaks, que no cede nada y cierra 7-1, escalando 2-1 en el conteo de sets. En el 4º set el quiebre en el 6º juego fue decisivo. Es el nuevo rey, también celebrado por el Real Madrid con un tuit.

Casper y se lo dedica al 11-S

Tras el júbilo de un Alcaraz rampante que se subió al palco de su plantilla, las primeras palabras de los protagonistas. Ruud ha elegido rendir homenaje a Nueva York: “En una fecha como esta (la final finalizó a las 19.40 hora local del 11-S, 21 años después del atentado que conmocionó al mundo) solo puedo pensar en todos los que perdieron la vida en esa tragedia. ¿El juego? Carlos y yo sabíamos a lo que jugábamos, no soy el primero del mundo y lo siento, pero el segundo tampoco es tan malo”.

Alcaraz: “El sueño del niño es realidad”

También quiero dar mi cercanía, en una fecha tan delicada, a quienes perdieron a alguien en los atentados del 11-S. Para mí es tocar el sueño del niño: ganar un Grand Slam, ser el primero del mundo. Es difícil hablar, hay tantas emociones. Le debo mucho a mi familia: en el camino, mis padres y mi equipo tomaron muchas decisiones complicadas para mí. ¿Las lágrimas? Eran para mi mamá que no está, para mi abuelo. Parte de la familia está con nosotros esta noche, pero nuestros pensamientos fueron para aquellos que no pudieron estar aquí”.



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