La investigación del Vastaamo vyytt ha durado más de dos años. En octubre de 2020, Ari Niemelä, de 30 años, de Lahti, recibió un correo electrónico extorsionándolo con 200 euros en Bitcoins. «Dado que la dirección de la empresa se ha negado a asumir la responsabilidad de sus propios errores, lamentablemente tenemos que pedirle que pague para mantener segura su información personal», se lee en el mensaje del chantaje. Según el mensaje, la información personal de Niemelä y los informes de los pacientes se publicarán en línea.
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El resto de la vida de Ari cambió cuando su información se filtró a Internet: «Creo que el perpetrador nunca recibirá el castigo que se merece».
