El regreso de Kwiek será una auténtica fiesta

El fútbol amateur es una fiesta. Especialmente en un nivel inferior. Esto también se aplica al cracker de la quinta división entre SV Wedde y Kwiek. Se convirtió en 4-4 con muchas, muchas historias geniales.

Echemos un vistazo: ocho goles, repartidos en partes iguales con cuatro cada uno; un hijo del presidente que hace los cuatro para su club, pero aun así cae de la euforia al mal humor; Un presidente alegremente comprensivo de Kwiek; un antiguo club católico que vuelve a jugar al fútbol ‘real’; la indisponibilidad de las camisetas amarillas del ‘Paapse’.

La primera historia de Kwiek. Tradicionalmente católica. Pero hace tres años en decadencia deportiva. Willem Waals es presidente del club de Hoogezand “desde tiempos inmemoriales”. Explica: “Muchos chicos abandonaron los estudios en aquella época por todo tipo de motivos. En realidad ya no es lo suficientemente bueno para seguir jugando al mismo nivel. Así que volvamos a la clase de reserva. Jugamos allí durante dos años, pero en la última temporada hubo algunas incorporaciones y se dijo que podríamos volver a ser un equipo de quinta división. Dicho y hecho.”

Kwiek es uno de los clubes católicos tradicionales como Amicitia VMC, Kloosterburen, Astrea. “Pero ya no”, dice Waals. Sí, todavía jugamos con el amarillo, el color papista. Pero no hoy. Porque, no te rías, algunos jugadores aún no han lavado la camiseta amarilla en casa y por eso hoy estamos de blanca. Oh, sí, nuestro joven entrenador/jugador Meindert van Veen no está aquí hoy, está enfermo”.

El equipo local SV Wedde tiene ambición. Quizás incluso competir por el campeonato. El público del Jonne Hindriks Sports Park se sienta y se para frente a él lleno de expectación. ¿Quién es/era Jonne Hindriks? “Significó mucho para el club SV Wedde en los años 60 y 70”, según el texto publicado en la página web del club. Los espectadores están mimados esta tarde. Con goles, con algo de emoción, y en definitiva la cerveza de siempre.

Cuenta con un verdadero héroe. Que sea el hijo del presidente del SV Wedde. Se trata de Jeroen Huls, que puede acreditar los cuatro goles de su equipo. “Sí, puedo anotar. ¿Pero cuatro en el primero? Antes no.” Pero aún así el SV Wedde no gana. Porque Kwiek no sólo es vivaz, sino también duro. Tom Keizer marca dos goles y son Delano Bos y, en el último minuto, Livy Chotkan quienes consiguen que Willem Waals pueda felicitar a sus jugadores con una amplia sonrisa.

El otro presidente, Henk Huls, llegó un poco tarde al inicio del partido. Por razones muy plausibles, por cierto. Pero él, como otros once miembros honorarios o de mérito, cuelga un certificado real en la pared de la sala de juntas. ‘Por su mérito y gran compromiso’.

Todavía habla del proyecto “cute rich”. “Luego dividimos el campo en muchas secciones y la gente puede comprar una sección así. Dejamos esa vaca en el campo. En la caja donde la vaca deja caer sus pisos al cagar, la persona que compró esa caja obtiene el premio mayor. Eso puede rendir bastante”. En resumen: ¿cuánto más ‘amateur’ puede ser el fútbol amateur?



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