El Real Madrid cancela su viaje a la entrega del Balón de Oro. La delegación del club mundial, compuesta por 50 personas, prefiere ponerse de mal humor. Sin embargo, se trata de un brillante gol en propia puerta.
Fue una farsa real la que tuvo lugar el lunes. El Real Madrid boicoteó la entrega de entrega del Balón de Oro en París. El club mundial estaba molesto porque ninguno de sus jugadores, Rodri, recibió el Balón de Oro. El año pasado, el club lo había ganado prácticamente todo y cinco jugadores del campeón español de récord estaban entre los candidatos para la elección del mejor futbolista. Alguien más consiguió el premio.
Al parecer, esto fue demasiado para aquellos hombres cuyos predecesores encantaron al mundo del fútbol como el Ballet Blanco. Si hay oro que ganar en alguna parte, los Reales no suelen estar muy lejos. Parecen haberse acostumbrado tanto a su lugar bajo el sol que un segundo lugar equivale a lesa majestad. Por eso se mantuvieron alejados de la ceremonia de entrega de premios en París y, por lo tanto, se empequeñecieron de manera brillante.
En su opinión, el Real Madrid ya ha tenido que aceptar todo tipo de humillaciones. En la época de Cristiano Ronaldo, por ejemplo. Messi, del archienemigo del FC Barcelona, ganó el Balón de Oro con demasiada frecuencia para el gusto de los madrileños, y especialmente para el propio Ronaldo. Las expresiones faciales de los portugueses, acostumbrados al éxito, en estas ocasiones lo decían todo. Pero al menos siempre viajó a la entrega de premios y vestido de esmoquin.
El Real ya no parece necesitar eso. Como un niño de cinco años en la caja del supermercado al que le niegan una paleta, el club se agacha en el suelo y cruza los brazos sobre el pecho. El viaje cuidadosamente preparado para la delegación de 50 (!) personas fue cancelado sin más. Motivo: No se trata al club con el respeto necesario. Es difícil no sorprenderse.
Teniendo en cuenta que el Real Madrid no sólo ganó el Balón de Oro al mejor equipo, sino también al mejor entrenador con Carlo Ancelotti, esta justificación es difícil de superar en términos de ridiculez. El comportamiento también es manifiestamente antideportivo. Una reacción exagerada. De esta forma, sus responsables están poniendo en riesgo la buena reputación de la marca Real a nivel global.
El insulto más reciente también puede influir. El Real Madrid acaba de ser humillado 4-0 en su propio estadio de la liga española por su enemigo íntimo, el FC Barcelona, bajo el liderazgo de Flick. Esto es profundo. Quizás los madrileños sospechen que su gran era de éxitos podría estar acabando.
Quizás el Real debería recordar lo que dijo una vez un gran futbolista: “El éxito es un ciervo tímido. El viento tiene que ser el adecuado, el tiempo, las estrellas y la luna”.