Por Sara Orlos Fernández
Después de 35 años, el snack bar Olympische Brücke ha cerrado. La icónica salchicha Claudia Rose (74) entrega el relevo a uno de sus clientes habituales.
El nuevo propietario Pejman Darvish (39) tiene grandes planes. Un contenedor reemplazará el antiguo edificio, pero la tradición vivirá en el interior. “Me encanta esta tienda. Este es el verdadero Berlín y queremos que siga siendo así”, dice.
Es por eso que aprendió todas las recetas secretas de Claudia Rose y miró por encima del hombro mientras ella chisporroteaba. También tocaron juntos la salsa secreta de curry.
Debe tener el mismo sabor que antes, el menú sigue siendo el mismo. “También habrá nuggets de pollo para niños y posiblemente hamburguesas”, revela el berlinés.
Para Rose, el traspaso es emotivo porque una parte de la historia llega a su fin. En 1987 abrió el snack bar con su marido. “Recuerdo cómo solíamos amasar albóndigas aquí por la mañana”, dice. Hoy todo es diferente, solo la clientela se ha mantenido igual.
Médicos, empleados de BSR o Laubenpieper o instructores de autoescuela acudían a ella todos los días. A Frank Zander y Michael Preetz también les gustaba ordenar.
Tres generaciones se conocieron y comieron currywurst con papas fritas. Y luego estaba el fútbol. El stand está a solo unos cientos de metros del Estadio Olímpico. Nunca olvidará momentos destacados como la final de la Copa DFB y la Copa del Mundo. “Todavía estoy llorando, fue genial”, dice Rose.
El nuevo snack bar de contenedores está programado para abrir a mediados de enero. El derbi de Hertha Union debería volver a chisporrotear aquí el 28 de enero a más tardar. Hasta entonces, todavía queda mucho por hacer en el Camino Olímpico.