El sábado se declaró el estado de emergencia en Volos, una ciudad portuaria comercial en el centro de Grecia. El puerto y el río cerca de la ciudad están completamente cubiertos de peces muertos. Según las autoridades, la muerte masiva se debió a fluctuaciones climáticas extremas.
El año pasado, Volos sufrió fuertes lluvias y el exceso de agua fluyó hacia el cercano lago Karla, que creció en tamaño. Debido al calor extremo que sufre Grecia, gran parte del lago volvió a secarse este año, provocando que todo tipo de peces de agua dulce acabaran en los ríos que desembocaban en el mar. Los peces habrían muerto inmediatamente si hubieran entrado en contacto con el agua salada.
El martes pasado ya se retiraron del agua 57 toneladas de peces muertos. Las autoridades regionales utilizan ahora barcos especiales para sacar del mar los cientos de miles de peces muertos con ayuda de excavadoras. Estos son transportados a incineradores.
Hedor insoportable
Las enormes muertes de peces tienen consecuencias para la economía local, informa la agencia de noticias AP. Según la Cámara de Comercio de Volos, las empresas a lo largo de la costa se han visto afectadas y el comercio local ha caído un 80 por ciento en los últimos tres días. La población de Volos y sus alrededores también teme que los turistas se mantengan alejados por el momento de la ciudad, situada a unos 160 kilómetros al norte de Atenas, debido al insoportable hedor. Ahora se ha declarado el estado de emergencia para liberar más dinero para los trabajos de limpieza.
El alcalde de Volos ahora critica al gobierno regional, afirmando que actúa con demasiada lentitud. La Cámara de Comercio de la ciudad también dice que emprenderá acciones legales, incluso exigiendo compensación para las empresas que ahora han perdido ingresos. “El fuerte hedor a lo largo de la costa es repugnante tanto para los residentes como para los visitantes y está causando un duro golpe al turismo en Volos”, afirmó un portavoz de la Cámara de Comercio.