El PSV recordará con poco placer su primer partido en la nueva Liga de Campeones. En la visita a la Juventus de Turín el marcador fue 3-1. El suplente Ismael Saibari salvó el honor para el equipo de Eindhoven en el último minuto.
La Juventus jugó con el once inicial más joven de la historia en un partido de Liga de Campeones, entrenado por el técnico ofensivo Thiago Motta. El equipo italiano, todavía invicto en la Serie A, empezó el partido con Teun Koopmeiners, adquirido este verano procedente del Atalanta por 55 millones de euros.
El PSV tuvo que hacer un cambio inesperado antes del inicio del partido: el portero argentino Walter Benítez se convirtió en padre justo antes del partido en Italia y fue sustituido por Joël Drommel. También hubo plazas de salida para el veinteañero Matteo Dams y el estadounidense Ricard Ledezma. Faltaban por lesiones Rick Karsdorp, Hirving Lozano y Sergiño Dest, entre otros.
Un nuevo comienzo
En los primeros veinte minutos, el equipo de Eindhoven no parecía tener ninguna oportunidad en el Allianz Stadium. Al igual que la Juventus, el PSV atacó con fuerza, con una oportunidad de disparo para Joey Veerman. El primer gol de los italianos surgió de la nada, cuando el gran talento turco Kenan Yildiz superó a Drommel desde lejos con un disparo al ángulo lejano.
Marcó el inicio de una aventura desesperada, especialmente cuando Weston McKennie duplicó el marcador cinco minutos después tras una acción de Nicolás González. Teun Koopmeiners, otro de los jugadores destacados en el campo, estuvo cerca de poner el 3-0 justo antes del descanso. El PSV, que no estaba jugando tan mal, se fue al vestuario.
Ni un momento de posibilidad de un truco.
La creencia en una jugada en Turín se hizo añicos rápidamente en Italia tras el descanso, cuando Nicolás González puso el 3-0 tras un pase del delantero serbio Dusan Vlahovic. Este era el momento para que la Juventus bajara el ritmo y para el PSV el momento de ver si al menos todavía podía marcar contra el equipo italiano.
Esto se logró en el último minuto del partido, cuando el meritorio suplente Ismael Saibari salvó el honor de Eindhoven. Antes de eso, la Juventus había estado cerca del 4-0. El primer partido de la temporada de la Liga de Campeones terminó mal para el campeón holandés, que nunca tuvo posibilidades de ganar y en ocasiones fue completamente superado por el equipo de Turín.