Fleming Rembert Marynen (69) intenta armar su B&B en Provenza contra futuras sequías y olas de calor. Ya tenía un pozo de 130 metros de profundidad, pero por consejo de un adivino hizo perforar un segundo, ahora de 200 metros de profundidad. “Perdí 6.500 euros. No salió ni una gota y nunca más volví a ver a ese hechicero”. Mientras tanto, Rembert utiliza otros medios contra la sequía esperada en el verano: “Están apareciendo por todo el paisaje francés”.
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