El programa VRT provoca pánico en hospitales y comisarías con un truco de piratería informática: la fiscalía está descontenta

«No insertes una memoria USB desconocida en tu computadora». La fiscalía de Amberes envió este sábado este mensaje al mundo tras el descubrimiento de memorias USB sospechosas. La fiscalía advirtió que los palos podrían formar parte de un intento de piratería informática y, por tanto, dio la alarma.

«Las memorias USB pueden formar parte de un método conocido mediante el cual los piratas informáticos distribuyen memorias USB en lugares públicos para intentar acceder a su red», informó posteriormente la fiscalía. «Luego roban o cifran información confidencial de esta manera». Por último, destacó que distribuir memorias USB con herramientas de piratas informáticos es un delito.

Aunque ese pánico finalmente resultó innecesario. Los creadores del programa VRT Verificadores de hechos estuvieron detrás de la acción, con la que intentaron concienciar a la gente sobre los peligros de los piratas informáticos, explica la portavoz de VRT, Yasmine Van der Borght. «Se trata de una acción socialmente relevante porque señala un peligro del que la gente no es suficientemente consciente».

Resultó que no había intención de causar pánico y se determinó que no había ningún software malicioso en las memorias USB. “Todos los departamentos de TI ven inmediatamente que se trata de una campaña de concientización y que no se trata de ningún software malicioso. Los resultados tampoco estarán vinculados a los lugares o instituciones investigadas. En el informe no se señalará ni se culpará a ningún dedo. La campaña de sensibilización tiene como objetivo señalar el peligro potencial para todos, porque todos son también víctimas potenciales”.

‘Secreto’

Sin embargo, la fiscalía de Amberes no parece poder reírse de su forma de trabajar. Verificadores de hechos. “Crear conciencia es bueno. La gente no es suficientemente consciente de los peligros del cibercrimen», afirma el portavoz de la fiscalía, Kristof Aerts Gaceta de Amberes.

“Pero eso también se puede hacer de manera responsable, sin todo el secretismo. Podrían haber informado perfectamente el nivel político de sus objetivos. Entonces podría haber habido cooperación y todos se habrían beneficiado de los resultados de esa acción. Ahora se ha provocado un pánico innecesario, que ha requerido mucha capacidad por parte de la policía y el poder judicial”.

Se dice que uno de los hospitales afectados incluso consideró cerrar su red. «También podrían haber elegido objetivos distintos de hospitales, comisarías y juzgados», afirma Aerts. “Si evalúan que existe un riesgo, los procedimientos de seguridad comienzan con un impacto importante”.



ttn-es-31