El gobierno de Meloni intenta controlar la cima del Rai a través de sillas musicales. El presidente ejecutivo de la emisora, Carlo Fuortes, anuncia en su carta de renuncia que siente presiones de las autoridades y que no puede aceptar cambios en la línea editorial y en la programación. “No están en los intereses del Rai”. Según Fuortes, designado por el anterior gobierno de Mario Draghi, desde principios de 2023 se vive un conflicto político, “que debilita mi posición y la de la Rai”.
La semana pasada, el gobierno italiano aprobó una serie de decisiones que pronto requerirán la renuncia de los altos ejecutivos de las principales instituciones culturales mayores de 70 años. Por ejemplo, el director de la Ópera de Nápoles, el francés Stéphane Lissner, debería marcharse pronto. Y Dominique Meyer de la Scala de Milán también debería marcharse en 2025.
La oposición de izquierda en Italia denuncia las intervenciones de Meloni. “La renuncia de Fuortes marca el inicio del control total de la emisora pública”, dijo el diputado de izquierda Nicola Fratoianni.