El presidente francés, Emmanuel Macron, pide un marco legal para prevenir la minería en aguas profundas. Pide a los países que inviertan su dinero en ciencia para comprender mejor y proteger los océanos del mundo.
El interés internacional en la minería de aguas profundas está creciendo, pero los grupos ambientalistas y varios gobiernos están pidiendo una prohibición, o al menos una regulación estricta.
La minería de aguas profundas utiliza maquinaria pesada para aspirar rocas del tamaño de una patata que contienen cobalto, manganeso y otros metales raros del fondo del océano. Estas materias primas suelen procesarse en baterías.
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Necesitamos entender mejor los mares para protegerlos.
“Necesitamos crear un marco legal para detener la minería en aguas profundas y no permitir nuevas actividades que pongan en peligro estos ecosistemas”, dijo Macron en un evento al margen de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre los Océanos en Lisboa. “Pero al mismo tiempo, debemos alentar a nuestros científicos y exploradores a conocer mejor los mares. Necesitamos entenderlos mejor para protegerlos”, agregó.
La propia Francia, a través del Instituto Francés de Exploración Marina, tiene un contrato de exploración de un área de 75.000 kilómetros cuadrados en la Zona Clarion-Clipperton en el Pacífico Norte, rica en nódulos polimetálicos. El contrato es válido hasta junio de 2026.
La Autoridad Internacional de los Fondos Marinos (ISA), un organismo de las Naciones Unidas, está trabajando en regulaciones para la minería en aguas internacionales. Hasta que no haya reglas globales, no se permite la minería en el fondo del mar.
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¿No hemos aprendido nuestra lección? Simplemente no sabemos lo que vamos a desencadenar al descender cientos, miles de pies hasta el fondo del océano.
Pros y contras
Varios países, como Chile y las islas de Palau y Fiji en el Pacífico, están pidiendo una moratoria global sobre toda la minería en aguas profundas. Se refieren a preocupaciones ambientales ya la falta de suficiente información científica.
A principios de esta semana, el director de WWF, Marco Lambertini, calificó la minería en aguas profundas como «aterradora» y pidió regulaciones muy estrictas. “¿No hemos aprendido nuestra lección?”, preguntó, refiriéndose al impacto devastador de la extracción de minerales en tierra. «Simplemente no sabemos lo que vamos a desencadenar al descender cientos, miles de pies hasta el fondo del océano».
WWF está convencido de que habría consecuencias devastadoras si se diera luz verde para extraer minerales del fondo marino. La minería en aguas profundas puede generar potencialmente penachos de sedimentos dañinos y, por lo tanto, afectar la migración de peces, dice Lambertini. Pide a las autoridades que primero consideren el «gran potencial de reciclaje» de los desechos electrónicos para los materiales necesarios para las baterías.
Sin embargo, no todo el mundo está en contra de la minería en aguas profundas. China es líder en minería de aguas profundas, y la pequeña isla de Nauru pidió el año pasado a la ISA que acelerara la adopción de reglas de minería de aguas profundas.
El mes pasado, los países del G7 acordaron que solo autorizarían tales proyectos mineros si el medio ambiente no se viera seriamente afectado. Según Peter Thomson, Enviado Especial de la ONU para el Océano, pronto se introducirán regulaciones para abordar estas preocupaciones.
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