La ley anti-LGBTI+ aprobada en Uganda el mes pasado fue devuelta al parlamento por el presidente Yoweri Museveni el jueves. Así lo informan las agencias de noticias internacionales. El presidente exige enmiendas antes de firmar, para garantizar que los planes controvertidos internacionalmente no violen la constitución.
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No se sabe si el presidente quiere hacer la ley más estricta o más indulgente. El presidente no se opone a las sentencias propuestas, escribe este jueves su portavoz en Twitter. Sus objeciones tendrían que ver con tratar con personas que quieren volver a llevar una ‘vida normal’ después de una condena por homosexualidad.
Según la ley en Uganda, estaría prohibido identificarse como una persona LGBTI+, bajo cualquier denominador preciso. Las infracciones se castigan con prisión de hasta diez años. El sexo con alguien del mismo sexo ya es un delito penal; obtienes cadena perpetua en Uganda por eso. En el propio país de África Oriental, la ley puede contar con mucho apoyo, solo dos diputados estuvieron en contra durante la votación de marzo.
El hecho de que Museveni no firme inmediatamente la ley se debe en parte a la presión internacional. Por ejemplo, Estados Unidos advirtió sobre las consecuencias económicas y los expertos en derechos humanos de las Naciones Unidas describieron la ley como una “violación colosal de los derechos humanos”. Una ley anti-LGBTI+ anterior de Uganda de 2014 fue anulada después de fuertes críticas del extranjero y de grupos de derechos humanos.