En las elecciones municipales celebradas en Bélgica, los partidos en el poder se mantuvieron firmes en la mayoría de los lugares. Socialistas, liberales, democristianos y la derechista Nueva Alianza Flamenca (N-VA), con o sin listas conjuntas, se convirtieron en los más numerosos en varias ciudades, manteniendo así a raya a los extremos de izquierda y derecha. Los demócratas cristianos y los partidos locales dominan el campo flamenco. Con excepción de la progresista ciudad de Gante, los partidos verdes están sufriendo pérdidas en muchos lugares.
El partido de derecha radical Vlaams Belang está creciendo, pero se ha convertido en el más grande en sólo tres municipios. Uno de esos lugares es Ninove, en el sur de la provincia de Flandes Oriental, donde Guy D’haeseleer obtuvo la mayoría absoluta por Vlaams Belang. Esto significa que puede convertirse en el primer alcalde de derecha radical de Bélgica; no parece necesario formar una coalición. Vlaams Belang quería que se rompiera el cordón sanitario, el acuerdo entre partidos políticos de no gobernar con la derecha radical. Esto parece haber fracasado, lo que significa que gobernar para Vlaams Belang todavía sólo es posible con una mayoría absoluta.
Batalla en Amberes
Se prestó mucha atención a Amberes, la segunda ciudad de Bélgica. El actual alcalde Bart De Wever, que lidera el N-VA, se mantiene con el 37 por ciento de los votos.
En las elecciones regionales de junio, el Partido Laborista Marxista (PVDA) obtuvo un resultado inesperadamente bueno en Amberes, con un 23 por ciento. De Wever usó esa victoria para una batalla con el testaferro de PVDA Jos D’Haese, popular en TikTok. De Wever, fascinado por el Imperio Romano, habló de “elegir entre Roma o Moscú”. De Wever pronunció su discurso de victoria junto a un bastón con un águila romana. “Roma ha ganado”, declaró. Con un 20 por ciento, el PVDA se ha convertido en el segundo partido en Amberes.
Se espera que De Wever continúe su coalición con el partido socialista Vooruit. Es obvio que De Wever seguirá siendo alcalde, pero la pregunta es por cuánto tiempo. El líder del N-VA espera formar un nuevo gobierno belga en noviembre, con él mismo como primer ministro. La formación del gobierno nacional belga se vio significativamente retrasada por las elecciones locales.
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Menor participación
Quizás la mayor sorpresa no sean los resultados, sino la participación. Sólo el 60 por ciento de los flamencos votó el domingo, frente a más del 90 por ciento en las elecciones locales anteriores.
Por primera vez desde 1893, los flamencos no estaban obligados a votar. En Valonia y Bruselas la asistencia obligatoria sigue estando plenamente vigente. Después de que los belgas votaran en junio para los parlamentos europeo, federal y regional, surgieron temores de “fatiga electoral” en el período previo a las elecciones locales. Los políticos han estado haciendo campaña prácticamente sin parar desde Semana Santa. Políticos y politólogos expresaron el domingo su preocupación por la representatividad de los resultados. El gobierno flamenco “evaluará” la abolición de la asistencia obligatoria.