El autor es presidente del Consejo de Normas Internacionales de Sostenibilidad
La acción de los gobiernos es fundamental si queremos hacer frente al cambio climático. Sin embargo, ninguna jurisdicción por sí sola puede tener éxito simplemente imponiendo reglas a sus participantes en el mercado local. Debe haber un enfoque global, pero la formulación de políticas multilaterales se encuentra actualmente en un punto bajo.
Para abordar desafíos de esta magnitud, las naciones deben aprovechar lo que Gelsomina Vigliotti, vicepresidenta del Banco Europeo de Inversiones, ha llamado el “poder y el ingenio” de los mercados.
Los mercados son las fuentes de financiación autogeneradas que dan forma a los modelos de negocio y transforman las economías. Aprovechados adecuadamente, pueden ofrecer soluciones a escala.
Antes de las conversaciones sobre el clima de la COP27 de noviembre en Egipto, existe un debate sobre el compromiso de financiación de $ 100 mil millones realizado por los países desarrollados para apoyar a las naciones más pobres en la transición a economías con menos carbono.
Sin embargo, Pascal Lamy, exdirector general de la Organización Mundial del Comercio, ha argumentado que la creación del International Sustainability Standards Board (ISSB) es “un verdadero avance”. Los mercados de capital pueden mover billones si se les guía e informa adecuadamente.
Pero solo pueden desempeñar este papel fundamental si operan con información de sostenibilidad comparable y de alta calidad en la que se pueda confiar para tomar decisiones de inversión.
El ISSB, con el apoyo de los líderes del G20 y otras instituciones internacionales, es responsable de proporcionar dicho lenguaje y desarrollar estándares que establezcan una base global integral de divulgaciones de sostenibilidad para los mercados de capital.
El ISSB también ha creado foros para brindar soluciones multilaterales, como un Grupo de trabajo jurisdiccional que reúne a China, la UE, Japón, el Reino Unido y EE. UU., y un diálogo bilateral específico, incluso con la UE. La necesidad de alineación internacional es clara.
Una directiva reciente de la UE establece que los estándares del bloque deben “contribuir al proceso de convergencia de los estándares de informes de sustentabilidad a nivel global” e integrar la línea de base global del ISSB si es consistente con los objetivos de la UE.
Los objetivos del Pacto Verde Europeo no se cumplirán sin poner a funcionar los mercados mundiales de capital, y esto requiere la interoperabilidad entre los dos enfoques.
Por el contrario, la UE puede contribuir mucho al trabajo de la ISSB.
Actualmente, existe un debate en el mercado en torno a los diferentes enfoques de la “relevancia”; en otras palabras, lo que debe divulgarse.
Este concepto, tal como se utiliza en los requisitos contables y en el lenguaje empleado en los mercados de capitales, no debe ignorarse. Los estándares propuestos por ISSB requieren que una empresa divulgue claramente información que proporcione una base sólida para que los inversores consideren cuestiones de sostenibilidad al tomar sus decisiones de inversión y votación.
Esta información se alineará con la definición establecida de materialidad en los estándares contables, asegurando integridad y claridad. La definición requiere que las empresas divulguen toda la información que, si faltara, fuera incorrecta o estuviera oculta, podría esperarse razonablemente que influyera en una decisión de inversión. Su aplicación requiere juicio y análisis regular.
Lo que se considera material en el área de la sustentabilidad está en constante evolución. El término “materialidad dinámica” es un reconocimiento de que los mercados de capitales, los formuladores de políticas y los investigadores científicos están logrando rápidos avances en su evaluación de la importancia de la sostenibilidad.
En el modelo contable estándar, por ejemplo, no incorporamos completamente el hecho de que el valor empresarial, la medida del valor total de una empresa, es una función de la demanda y la oferta de capital, no desconectada de las elecciones de los inversores. La naturaleza multidimensional de la sustentabilidad podría arrojar una luz diferente sobre la naturaleza de esas elecciones.
Esta evolución es una parte necesaria de nuestro trabajo porque lo que importa a los inversores es dinámico y cambiante. El período de consulta sobre las dos primeras normas de divulgación de sostenibilidad propuestas por ISSB acaba de finalizar.
Los valiosos comentarios que ya hemos recibido nos permitirán crear un conjunto de estándares que pueden permitir que los mercados de capital sean un verdadero aliado de los esfuerzos globales para lograr una transición climática justa.