El pequeño Jan era el Hilversumer número cien mil, pero ¿adónde se ha ido?

Partido aún visible

Hoy en día todavía se puede ver algo del acontecimiento festivo en Hilversum. El nacimiento del pequeño Jan trajo un regalo mayor a la ciudad: un carillón para el ayuntamiento. Ese fue un gran deseo en ese momento.

Cuando Dudok diseñó el ayuntamiento, la torre tenía fachadas cerradas, pero un panadero de Langestraat pensó que era absolutamente necesario convertirla en una torre de reloj. Dudok cambió de plan, pero no había dinero para las campanas. El dinero del municipio para costosas campanas iba y venía, pero no llegaba ningún carillón.

Gran recaudación de fondos

Al final, empresas y ciudadanos recaudaron dinero para construir una verdadera torre del reloj en el ayuntamiento de Hilversum. En 1958, pocos meses después del nacimiento del pequeño Jan Geers, había llegado el momento. En mayo de ese año, el conocido fundador de las campanas, Eysbouts, fundió las tres primeras campanas en Asten, Brabante Septentrional.

‘En el décimo año del reinado de Su Majestad la Reina Juliana, la población de Hilversum aumentó a 100.000 habitantes. A este hecho alegre y a este espíritu cívico de sacrificio debemos nuestra existencia», reza el texto de la mayor de las 47 campanas.

Hilversum recibe las campanadas y los padres de Jan una carta de ahorro de intereses de 100 florines.



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