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La coalición gobernante de México votó el viernes a favor de cambiar la constitución para impedir que los tribunales revisen la legislación aprobada por el Congreso, ignorando las preocupaciones de los inversores y defensores de los derechos humanos sobre el estado de derecho.
En las primeras horas de la mañana del viernes, senadores del partido Morena y sus aliados aprobaron cambios que eliminarían la capacidad de la Corte Suprema de revisar las impugnaciones legales presentadas contra cambios a la constitución.
Los analistas legales dijeron que la medida daría a la legislatura supremacía sobre el poder judicial, alterando el frágil sistema de separación de poderes construido durante la transición de México a la democracia en las últimas tres décadas.
“[It] subraya las preocupaciones existentes sobre la acelerada concentración de poder bajo la presidencia de Claudia Sheinbaum”, dijo Nicholas Watson de la firma de riesgo político Teneo.
Desde que el izquierdista Sheinbaum llegó al poder con una supermayoría en el Congreso en las elecciones de junio, el peso mexicano se ha depreciado alrededor del 15 por ciento frente al dólar por temores sobre reformas que reformarían las instituciones.
Sheinbaum y sus partidarios rechazan las preocupaciones sobre la democracia y dicen que el período democrático del país ha estado marcado por una profunda desigualdad y corrupción. Dicen que la mayoría de la gente está de acuerdo en que, de todos modos, el sistema de justicia estaba roto.
“Los líderes del bloque conservador y los medios de comunicación dicen: ‘el presidente es un autoritario’ y que ‘la democracia se acabó’. Pero el mayor crítico del gobierno está aquí con nosotros haciendo una pregunta libremente”, dijo en su conferencia de prensa matutina el viernes. “¿Qué autoritarismo?”
El predecesor de Sheinbaum como presidente, Andrés Manuel López Obrador, que dejó el cargo este mes, chocó periódicamente con el poder judicial después de que éste suspendiera varias de sus iniciativas emblemáticas, como un mayor control estatal del sector energético.
En respuesta, ideó un plan para despedir a todos los jueces del país y reemplazarlos mediante elecciones, en una reforma apoyada por Sheinbaum.
Los cambios aprobados el viernes intensificarán un enfrentamiento ya tenso entre el partido gobernante y el poder judicial. Ahora pasarán a la cámara baja para su aprobación, pero se espera que eso suceda rápidamente, ya que la alianza liderada por Morena tiene una mayoría aún mayor que en el Senado.
La comunidad jurídica de México ha estado agitada desde que se aprobó la política para elegir jueces, y los abogados habían estado debatiendo si la Corte Suprema podría o no impedir su implementación. Los cambios del viernes, de concretarse, significarán que no podrán hacerlo.
“Es claramente un ajuste de tuercas”, dijo Saúl López, profesor del Tec de Monterrey. “La lógica de esto es fortalecer los órganos mayoritarios y eliminar cualquier tipo de limitación”.