El Partido Demócrata gana las «primarias de coalición» pero se achican posibles aliados

El tan evocado adelantamiento de los M5 al Partido Demócrata en Lazio no se produjo y el intento del Tercer Polo de invadir los terrenos del centro-derecha en Lombardía tampoco se produjo, ni mucho menos. Eso sí, para el Partido Demócrata no es un buen día cuando hay que cobrar dos fuertes derrotas -con más de 20 puntos de desapego- y la pérdida de una región, aquella en la que se encuentra la capital, gobernada personalmente por los últimos 10 años con la exsecretaria Nicola Zingaretti. Sin embargo, si estas regionales también tenían el significado de una prueba interna en el antiguo «campo amplio», se puede decir que las primarias de la coalición fueron ganadas por el Partido Demócrata.

El Partido Demócrata celebra y gana las «primarias de coalición»

A pesar de la vacatio de la dirección debido al larguísimo congreso que terminará con las primarias entre Stefano Bonaccini y Elly Schlein el 26 de febrero y a pesar de la caída de las encuestas nacionales a favor de los M5, a prueba de los primeros votos reales tras la políticas del pasado 25 de septiembre la PD sigue viva. De hecho, incluso crece un poco en ambas regiones: del 19% pasa al 20,2% en Lazio y al 21,8% en Lombardía a pesar de la presencia de listas cívicas de apoyo a candidatos dem que han vaciado cierto consenso. Mientras que los posibles aliados, M5s y Third pole, se desmoronan por ambos lados.

El colapso de M5s y Third Pole tanto solos como en coalición

En Lombardía, la federación de Carlo Calenda y Matteo Renzi había elegido la carrera en solitario con la exministra azul Letizia Moratti con la clara intención de «robar» votos a los decepcionados moderados del centroderecha pero se detiene en el 9,8%, y más en el voto de lista se desploma del 10% recaudado a políticas a un mísero 4,2%. También en Lombardía, los M5, que apoyaban al candidato dem Pierfrancesco Majorino, se desplomaron del 7,5% a menos del 4%. Mismo escenario pero con alianzas invertidas en Lazio: el tercer polo, que aquí apoyó la candidatura del dem Alessio D’Amato, bajó del 8,4% a menos del 5% mientras que los M5, que intentaron la aventura solitaria con Donatella Bianchi, con el clara intención de transformar en votos reales el adelanto del Partido Demócrata registrado en las encuestas nacionales en las últimas semanas, se desploma del 15% de los políticos al 8,6%.

El dem: sin nosotros no vamos a ninguna parte

Cabe esperar que Giuseppe Conte, contando con que al M5 siempre le ha ido mejor en la votación de opinión nacional que en la local y regional, continúe con su política «solitaria» en el campo de la izquierda ecologista y reivindicativa para intentar asumir el cargo de primer ministro del futuro centroizquierda al menos hasta las elecciones europeas de 2024. Pero los datos de las dos principales regiones italianas, mientras tanto, no solo dicen que una alternativa a la derecha sin el Partido Demócrata no es posible, pero también que el Partido Demócrata sigue siendo el eje de la oposición y que, como tal, no puede renunciar al cargo de primer ministro. En cuanto al Tercer Polo, las ambiciones de abrirse paso en el campo contrario se han quedado precisamente en ambiciones, y el camino de un solo sentido al que se enfrentan Calenda y Renzi es el de una alianza con el Partido Demócrata en una posición subordinada. En palabras del secretario in pectore Stefano Bonaccini, “El Partido Demócrata ha perdido claramente, por supuesto, pero Calenda y el 5 Estrellas deben plantearse el problema de que, habiendo perdido peor que el Partido Demócrata, sin el Partido Demócrata no van a ninguna parte. «.

Alianzas de geometría variable y abstención asimétrica

El Partido Demócrata ha ganado por tanto las primarias de coalición, pero la derrota electoral y el decaimiento de posibles aliados en sus bandos no dan motivos para el optimismo. Sin duda pesó la alta abstención, que según muchos observadores (incluido Roberto D’Alimonte en las columnas del Sole 24 Ore) fue una «abstención asimétrica», es decir, mayor entre los votantes de centro-izquierda, muchos de los cuales se quedaron en casa debido a las divisiones en su campo, lo que impidió un acuerdo sobre un candidato que pudiera ser competitivo. En definitiva, el evidente desenlace de la victoria de los candidatos de centro-derecha y la confusa política de alianzas de geometría variable no rindió frutos en términos de participación.



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