El óxido nitroso es ahora una droga prohibida: un enfoque similar al del cannabis

El Consejo Federal de Ministros aprobó un Real Decreto que añade el óxido nitroso a la normativa sobre medicamentos. Esto dará como resultado un enfoque similar al de los hallazgos sobre el cannabis.

Por tanto, quedan prohibidas la venta (física y online), el transporte y la posesión de óxido nitroso. Si se trata de uso personal, se puede imponer una multa de hasta 200 euros en el momento de la primera detección. En caso de segunda y tercera detección, la multa puede aumentar hasta un máximo de 400 y 800 euros respectivamente. Los traficantes de óxido nitroso se arriesgan a multas más elevadas, confiscaciones e incluso penas de prisión de hasta cinco años o más si están involucrados en una pandilla.

El ministro Verlinden explica en una entrevista en vídeo con la agencia de noticias Belga por qué el gobierno decidió esto: “El uso del gas hilarante supone un riesgo para la salud del usuario. Ya hemos visto casos de colapso pulmonar y pulmones congelados y esto también provoca problemas de concentración, lo que hace que sea peligroso utilizar óxido nitroso y ponerse al volante”.

El uso legal del óxido nitroso todavía es posible: en el sector médico y alimentario, por ejemplo. La policía o la fiscalía deben determinar si la posesión o el transporte de gas hilarante es «inadecuado» o no, explica el Ministro Van Tigchelt: «No nos dirigimos a personas que quieren hacer un buen pastel de crema batida, ni a turistas en bicicleta que llevan pequeñas Cartuchos para poner neumáticos de bicicleta. Para inflar. Nos dirigimos a los jóvenes que son sorprendidos a las 2 de la madrugada en la vida nocturna con grandes cantidades de gas hilarante. Difícilmente pueden afirmar que querían hornear un pastel”.

El óxido nitroso es una droga popular entre los jóvenes desde hace varios años. El efecto sobre el conductor de un vehículo es comparable al del alcohol. El efecto dura poco, pero los consumidores se acostumbran rápidamente, por lo que tienden a aumentar la dosis y poner en riesgo su salud.

Varias ciudades y municipios ya habían tomado medidas, también a causa de las cápsulas esparcidas por las calles. Las cápsulas en la basura pueden representar un riesgo debido al riesgo de explosión. En 2021 ya se aprobó una ley que prohíbe la venta a menores.



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