Escoltado por barcos militares franceses y un helicóptero, el barco Océano vikingo de la ONG Sos Mediterranee, que transportaba a 230 inmigrantes, 57 de los cuales son niños, atraca en el puerto militar -inaccesible incluso para los periodistas- de Toulon, en el sureste de Francia, hacia las 8.30 horas de esta mañana. A los refugiados se les permitió desembarcar “con carácter excepcional” en virtud de un “deber humanitario”, explicó ayer el ministro del Interior francés, Gerald Darmarin.
Los 230 inmigrantes, que han estado en el mar durante tres semanas también debido a la negativa del gobierno italiano a indicar un “refugio seguro” para los inmigrantes, serán colocados inmediatamente “en una zona de espera”. Es decir, tal y como apunta el Ministerio del Interior, “que no podrán salir del centro administrativo donde serán alojados, y técnicamente no estarán en suelo francés”. Luego se realizarán controles de salud, seguidos de controles de seguridad por parte de los servicios, y luego serán escuchados por la Oficina de Protección de Refugiados de Francia.
Los que no reciban asilo serán retirados directamente de la “zona de espera”, que se encuentra cerca de Hyères, en la península de Giens, en dirección a su país de origen. Un tercio de los pasajeros con derecho de asilo podrá permanecer en Francia, los demás se distribuirán en nueve países europeos, entre ellos Alemania, que se ha comprometido a acoger a 80 personas, Luxemburgo, Bulgaria, Rumanía, Croacia, Lituania, Malta. , Portugal e Irlanda.
Meloni: “Golpeado por una reacción francesa agresiva, injustificada”
Mientras tanto, las controversias entre Francia e Italia sobre sus respectivas responsabilidades en la recepción de migrantes y la observancia de la normativa europea en la materia no han disminuido. “Creo que vale la pena juntar dos números: el barco de la ONG Acean Viking que atraca hoy en Francia es el primer barco de una ONG que atraca en Francia con 230 inmigrantes. Esto ha generado una reacción muy dura contra Italia que ha traído casi 90 mil emigrantes”, atacó el primer ministro, Giorgia Melonien una rueda de prensa en el Palazzo Chigi.
“¿Reacción francesa sobre el caso de los migrantes? Cuando usas la palabra ‘represalia’ algo no funciona, me llamó la atención la reacción agresiva del gobierno francés, que fue incomprensible e injustificada”, agregó Meloni. El punto, aclaró, es “establecer que todos tienen los mismos derechos en Europa y sobre eso creo que cualquier persona con sentido común, independientemente de lo que piense del gobierno, lo que piense de mí, se da cuenta de que es una cuestión nacional”.