El número de robos de cables en los ferrocarriles vuelve a caer tras un año récord

En 2021 y 2022, el número de robos de cables aumentó un 300 por ciento. El año pasado, Infrabel registró 466 casos. Un cable cortado significa que una vía de tren se vuelve intransitable, lo que provoca retrasos o cancelaciones de trenes. En 2022, eso significó un total de 33.169 minutos de retraso, o una hora y media por día. Además, los robos le costaron entonces a Infrabel casi siete millones de euros.

Pero la tendencia se está desacelerando. En lo que va de año se han producido 85 robos de cables, lo que ha provocado 11.202 minutos de retraso. Esto es mucho menos que en años anteriores en el mismo período.

La mayoría de los cables desaparecidos están hechos de cobre, un metal que subió de valor a principios de 2022. Aunque el precio sigue siendo alto, los robos han disminuido.

Los controles nocturnos de la policía ferroviaria probablemente tengan algo que ver con esto, opina Infrabel. Además, Infrabel instaló este año rastreadores GPS, de modo que la ubicación de los cables se puede comunicar en tiempo real y, por lo tanto, se puede localizar rápidamente a los sospechosos. También se están buscando alternativas al cobre.



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