Las restricciones a la inmigración en el Reino Unido, introducidas tras la salida de la Unión Europea, han provocado una escasez de 330.000 trabajadores en el país. Los sectores con una mano de obra poco cualificada, como el comercio minorista, la hostelería, el transporte y el almacenamiento, se ven especialmente afectados por el final de la libre circulación de personas entre el Reino Unido y la UE, informa el grupo de expertos Centre for European Reform con sede en Londres ( CER).
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