El primer ministro británico, Keir Starmer, que asumió el cargo el viernes, confirmó el sábado que su gobierno no seguirá adelante con el controvertido acuerdo con Ruanda. Reporta eso varios medios británicos. Keir calificó el plan del gobierno anterior como “muerto y enterrado antes de que comenzara”.
El gobierno conservador del predecesor de Starmer, Rishi Sunak, llegó a un acuerdo con Ruanda para enviar al país africano a solicitantes de asilo que llegaran en pateras al Reino Unido. El primer avión con solicitantes de asilo debía ser enviado este mes al país africano, pero eso ya no sucede.
Starmer calificó el plan de “truco” en un discurso. Según él, nunca tuvo un efecto disuasorio, sino “casi el efecto contrario”. “Todo el mundo ha llegado a la conclusión de que la probabilidad de ser enviado a Ruanda era tan pequeña, menos del 1 por ciento, que nunca funcionó como elemento disuasivo. No estoy preparado para continuar con trucos que no actúan como disuasivo”, dijo Starmer.
Abolir el plan de Ruanda fue una promesa electoral de Starmer. Quiere abordar a los traficantes de personas que ayudan a los inmigrantes a cruzar al Reino Unido. También quiere una nueva unidad de élite para el control fronterizo.
El Partido Laborista de Starmer, de 61 años, ganó las elecciones parlamentarias británicas del jueves con una amplia mayoría. El Partido Conservador del ex Primer Ministro Sunak sufrió la mayor pérdida en la historia del partido. Los conservadores llevaban catorce años en el poder en el Reino Unido. El viernes, Sunak anunció que dejaría el cargo de líder del partido.
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