Entre los posibles protagonistas de la disputa por el campeonato, el portugués es quien puede dejar una huella más marcada en el partido: su baja propensión al sacrificio es un pensamiento para Pioli, pero el jugador tiene medios superiores.
Napoli-Milan está sobre nosotros y todos estamos aquí para preguntarnos quién será el jugador decisivo. Los sospechosos, por supuesto, son muchos. Porque, partiendo del equipo de Spalletti, ¿cómo elegir entre Insigne y Osimhen, o entre Fabian y Zielinski? Por no hablar de Elmas, Politano… El Napoli es un concentrado de calidad, quizás el más alto de todos, y los peligros pueden llegar desde cualquier zona del campo y en cualquier momento. El Milan tiene otras características, con la vitalidad desbordante de Theo Hernández -un delantero añadido-, la contundencia de Tornali y Kessie, las geometrías de Bennacer, los remates de Díaz o Messias. Pero, entre tantos posibles protagonistas, hay uno que -más que todos- puede dar un punto de inflexión, una impronta en el partido. En positivo o, como dicen los últimos escépticos, en negativo.