El multimillonario tecnológico australiano y activista climático Mike Cannon-Brookes compró una participación del 11,28 por ciento en AGL Energy en una redada corporativa para bloquear una escisión propuesta que separaría las centrales eléctricas de carbón de la compañía de su negocio minorista.
Cannon-Brookes, cofundador de la empresa de software Atlassian, dijo que la escisión era «globalmente irresponsable» y que estaba trabajando para persuadir a otros accionistas de rechazarla, argumentando que el efectivo debería usarse para invertir en energías renovables.
La medida se produce dos meses después de que él y el grupo de inversión canadiense Brookfield Asset Management ofrecieran comprar AGL por 3.840 millones de dólares. Brookfield y Cannon-Brookes habían propuesto privatizar AGL, acelerar el cierre de sus plantas de carbón e invertir 20.000 millones de dólares australianos (14.000 millones de dólares estadounidenses) en generación renovable para reemplazar el carbón.
El directorio de AGL rechazó la primera y la segunda oferta del consorcio, diciendo que subvaluaron a la empresa. Brookfield y Cannon-Brookes dijeron que no harían más ofertas.
Pero en una carta a la junta de AGL el lunes, Cannon-Brookes señaló que no había renunciado a su ambición de influir en la empresa.
“Creemos fundamentalmente que puede haber un futuro mejor para AGL. . . Un futuro que acelere la transición a cero neto y un futuro que cree oportunidades para AGL y valor para sus accionistas en el camino”, dijo.
“Creemos firmemente que la escisión propuesta es un plan defectuoso que no logrará estos objetivos. Como resultado, tenemos la intención de votar cada acción de AGL que controlamos en el momento pertinente en contra de la escisión, y animaremos activamente a todos los accionistas de AGL a hacer lo mismo”.
Un portavoz de Cannon-Brookes dijo que no había planes para hacer una nueva oferta para comprar la compañía por completo. Brookfield dijo que no estuvo involucrado en el movimiento.
AGL es una de las empresas de energía más grandes de Australia, con más de 4 millones de clientes, tres grandes plantas de carbón y varios activos de generación renovable. Es el mayor emisor de carbono de Australia y produce alrededor del 8 por ciento de las emisiones de gases de efecto invernadero del país.
Cannon-Brookes, que tomó la participación a través de su fondo de inversión privado Grok Ventures, argumentó que el plan de AGL de separar las plantas de carbón del negocio minorista perdería la oportunidad de utilizar el balance de la empresa para invertir en generación renovable.
“AGL es actualmente el mayor contribuyente individual a las emisiones de carbono en Australia y la escisión afianzará una posición que es inconsistente con la limitación del cambio climático”, dijo.
Dijo que el lado minorista de la compañía escindida, AGL Australia, continuaría obteniendo la mayor parte de su energía del negocio de generación de carbón, que se llamará Accel Energy.
La participación del 11,28 por ciento le costó a Cannon-Brookes más de 650 millones de dólares australianos. Un portavoz dijo que fue financiado en su totalidad por Grok, el vehículo de inversión personal de Cannon-Brookes y su esposa. Cannon-Brookes es la cuarta persona más rica de Australia, con un patrimonio neto estimado de 26.000 millones de dólares australianos, según una lista de marzo publicada por el periódico The Australian.
Los accionistas de AGL votarán sobre la escisión propuesta en junio. El acuerdo necesita el 75 por ciento de los votos a favor para ser aprobado. Cannon-Brookes cree que puede persuadir a suficientes accionistas para que se opongan a la escisión para asegurarse de que se bloquee.
En una carta a los accionistas el lunes, antes de que Cannon-Brookes adquiriera su participación en la empresa, el presidente de AGL, Peter Botten, dijo que la junta estaba comprometida con la escisión. “AGL Australia y Accel Energy se establecerán con bases sólidas para el éxito y el crecimiento futuros como empresas independientes que cotizan en ASX”, dijo.
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