El monumento de Peerke Donders en Tilburg es “una de las estatuas más complejas” de los Países Bajos. Así lo afirma María Grever, presidenta de un comité que investigó durante dos años los monumentos controvertidos del país.
La estatua de Peerke Donders en Tilburg lleva tiempo siendo objeto de debate. En el parque Wilhelmina se puede ver cómo el misionero se eleva sobre un hombre negro arrodillado y semidesnudo. Con una mano el sacerdote sostiene en alto un crucifijo, la otra mano descansa sobre la cabeza del hombre arrodillado.
Según Grever, Peerke Donders y su estatua simbolizan para muchos brabanders la emancipación católica. El clérigo siempre ha hablado con disgusto sobre la esclavitud, ya que la fundación también defiende Peter Donders Tilburgo. Pero eso no puede eliminar por completo la insatisfacción. El movimiento Black Lives Matter cree que la imagen irradia superioridad blanca. Según ellos, Peerke Donders menosprecia al hombre africano.
apk para monumentos
No es sólo la estatua de Tilburg la que causa resentimiento. En otros lugares de los Países Bajos también existe desacuerdo sobre las estatuas que representan el pasado. Motivo para ver cómo se pueden hacer las cosas de otra manera, quizás mejor. Después de dos años, el informe de la investigación ya está disponible “Pedestales temblorosos”.
En él, los investigadores piden a los municipios que estén mejor informados sobre los monumentos de su ciudad o pueblo. Una especie de inspección técnica anual para monumentos, digamos. “Los municipios a menudo no tienen una visión general de lo que tienen en su región”, afirma la presidenta del comité, Maria Grever. “Si tienes una visión general, puedes decidir mejor si se debe añadir o quitar algo. Y puedes evaluar periódicamente. Ahora siempre hay una respuesta ad hoc a los últimos graffitis”.
‘Sin ofender’
En cualquier caso, la estatua de Peerke Donders hace pensar. Como Kenneth Stam, a quien le molestó el monumento. “Pero comencé a investigar y me quedó claro que no era una mala intención. El misionero bendice al hombre”, dice en una entrevista con el NÚM.
“Pensé que si no entiendo el contexto, probablemente más personas no lo entenderán”, dice Kenneth. Por eso colocó un cartel informativo que explica la historia de Peerke Donders. “Sería una pena que las personas que no tienen la información correcta se hicieran una idea equivocada del monumento”.
Memoria colectiva
Esto está en línea con las conclusiones de los investigadores. Según el presidente del comité, Grever, no sólo es importante la persona representada, sino también el lenguaje visual del monumento y cómo puede llegar a la gente.
Según ella, simplemente eliminar las estatuas no es una solución: “Los monumentos son parte de nuestra memoria colectiva”, dice Grever. “Sería malo si ya no se les permitiera hablar de ello o manifestarse. Pero sería aún peor si ni siquiera supieran que esa historia tuvo lugar”.
LEA TAMBIÉN: La imagen de Peerke Donders aún permanece: los denunciantes deben acudir a otro juez