Los carniceros voluntarios del molino de aceite y harina Woldzigt de Roderwolde quedaron segundos en el Premio al Voluntariado del Patrimonio 2024. En ese lugar se puede recibir un cheque de 5.000 euros.
El Premio al Voluntariado del Patrimonio lo otorga anualmente el Ministerio de Educación, Cultura y Ciencia como muestra de agradecimiento a los numerosos voluntarios que trabajan en el sector del patrimonio. Participa un centro patrimonial de cada provincia y en esta ocasión el candidato fue el molino de aceite y harina Woldzigt de Drente.
El público podría emitir su voto durante todo el mes de noviembre, contando la opinión del público en un 50 por ciento en la decisión final. El 50 por ciento restante lo determinó un jurado de expertos encabezado por Ingrid van Engelshoven, ex ministra de Educación, Cultura y Ciencia.
“Al final obtuvimos 1.450 votos. Esto no está nada mal para una provincia escasamente poblada como Drente”, afirma Hans Meijer, miembro de la junta directiva de Woldzigt Oil y Korenmolen Foundation. “Pudimos realmente ponernos en el mapa”.
La mayoría de los votos fueron para los voluntarios de Geleen que se comprometen a hacer visible la historia de las minas y a mantenerla viva. Ganaron el premio Heritage Volunteer y recibieron un cheque de 10.000 euros del ministro Eppo Bruins en el Teatro Real de La Haya.
“También eran visibles al otro lado de la frontera”, afirma Meijer. “Porque también recibieron muchos votos de Bélgica. Son un merecido ganador, porque también tenían una fuerte historia. Estamos muy contentos con nuestro segundo puesto. Recibimos una evaluación muy positiva”.
Woldzigt comparte el segundo lugar con la Sociedad Histórica de Wijhe. También reciben 5.000 euros. La mitad del dinero del premio se puede gastar libremente, por ejemplo en actividades de equipo, la otra parte se destina a promover la transferencia de conocimientos dentro del trabajo voluntario.
El molino de Roderwolde cuenta con 21 carniceros de aceite que se ocupan de que el molino siga funcionando y moliendo, porque un molino estacionario se deteriora. Por ello, se acuña regularmente aceite y se muele el grano, preferentemente con el viento. Cada primer sábado de mes hay manifestaciones en Woldzigt.