El ministro Faber parece carecer de la sutileza política necesaria para cambiar el rumbo del expediente migratorio, pero sigue siendo valiente


Bart Nijman

en columnas

Es un poco ridículo el modo en que la ministra de Asilo, Faber, tiene en mente su objetivo final: la política migratoria más estricta de la historia, pero en el camino sigue tropezando tanto con su propia inexperiencia administrativa como con la realidad política.

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