En los últimos tres años ha habido una proliferación de controles de sección en Flandes. Desde que se permitió a las autoridades municipales cobrar pequeñas multas por exceso de velocidad, se instalaron cientos de cámaras y los ingresos aumentaron significativamente. ¿La seguridad vial es siempre central? ¿O es también una forma práctica de complementar las arcas municipales? La ministra flamenca de Movilidad, Annick De Ridder (N-VA), quiere que se investigue esto, escribe ‘De Morgen’ y así lo confirma a HLN. “Las multas no deberían ser un modelo de ingresos”.
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