El ministro belga de Justicia, Vincent van Quickenborne, anunció su dimisión el viernes. Así lo informan los medios belgas. La decisión se produce tras el ataque terrorista que tuvo lugar en Bruselas el lunes por la tarde.
Túnez pidió el año pasado a Bélgica la extradición de Abdesalem L., el tunecino que cometió el atentado del lunes. Bélgica no respondió a esto. Según Van Quickenborne, fue “un error con consecuencias dramáticas”. El Ministro de Justicia dice que quiere asumir la responsabilidad por esta deficiencia «inaceptable».
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En 2016, un servicio de policía extranjero ya había advertido a la policía belga que L. se había radicalizado, pero no se hizo nada con esa información. También se dice que L. amenazó a un solicitante de asilo a principios de este año, quien lo denunció a la policía. El propio L. permaneció en Bélgica sin permiso de residencia después de que su solicitud de asilo fuera rechazada en 2020.
Ataque contra Suecia
Dos suecos murieron en el ataque terrorista que tuvo lugar el lunes por la tarde en el centro de Bruselas. Una tercera persona resultó gravemente herida. Según el primer ministro sueco, Ulf Kristersson, se trató de un ataque dirigido contra ciudadanos suecos. En Suecia se han producido varias quemas de Corán en los últimos meses. En respuesta, el grupo terrorista Al Qaeda convocó a ataques y prendió fuego a la embajada de Suecia en Irak.
Tras su acto, L. huyó y publicó un vídeo en su página de Facebook en el que se declaraba combatiente del Estado Islámico. La policía estuvo buscando al perpetrador toda la noche. El martes se produjo un enfrentamiento en un café, durante el cual la policía disparó a L. Posteriormente murió en el hospital.