La antigua piscina data de principios de los años 70 y ha estado cerrada durante mucho tiempo. Hoy comienzan los preparativos para el desmantelamiento y la retirada del amianto. La demolición propiamente dicha no comenzará hasta dentro de dos semanas. El patio ya ha sido cerrado y también habrá cámaras de vigilancia.
A finales de febrero, la ciudad de Ostende quiere sembrar la zona para convertirla en un espacio abierto. Las obras costaron alrededor de 200.000 euros.