El redil de Hijken vuelve a ser el escenario de un servicio religioso de Nochebuena esta noche. La organización está ocupada dándole los últimos retoques, pero la edición de este año trae algunos desafíos.
“Normalmente comenzamos la construcción el sábado, luego tenemos tiempo libre para hacer algunos últimos trabajos el domingo por la noche”, explica Leen Boer, de la organización. “Como el lobo camina por Drenthe, las ovejas tuvieron que regresar el sábado por la tarde, por lo que no pudimos hacer mucho el sábado”.
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