La decisión de Bart Somers de dimitir de su mandato como ministro flamenco y volver a ser alcalde de Malinas ha sido recibida como una sorpresa por los partidos de la oposición en su ciudad natal, Malinas. El ayuntamiento dará mañana una rueda de prensa, pero ya hay fuertes críticas. “Somers es un maestro de la comunicación y las conversaciones triviales, pero no se saldrá con la suya”, dice el líder de la facción N-VA, Marc Hendrickx.
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