El libro de Andrea Colamedici y Mara Gancitano nos hace reflexionar sobre cómo el trabajo hoy se transforma en una prisión asfixiante


Serena Dandini (foto de Gianmarco Chieregato).

qcuando estaba en la universidad en los años 70 pocos de mis amigos realmente se preocupaban por su futuro. O más bien queríamos cambiar el futuro todos juntos y para ello trabajamos muy duro, a veces -dadas las consecuencias- un poco al azar, pero nnadie estaba seriamente angustiado por elegir un trabajo porque miraba con optimismo hacia un futuro que imaginábamos sin duda mejor.

Existía entonces como ahora el flagelo del desempleo, pero estábamos convencidos de que haríamos lo que nos gustaba y éramos buenos en. Y así navegamos con un poco de imprudencia en un universo que estaba cambiando pero no en la dirección que esperábamos.

Hoy la percepción de las nuevas generaciones ha cambiado por completo. Así como las palabras precariedad, futuro y trabajo han adquirido un significado completamente diferente.

Para poner punto y final a este espinoso tema, ha salido un hermoso ensayo que recomiendo si quieres hacer una reflexión profunda pero nunca aburrida: se trata de ¿Pero quién me obliga a hacerlo? Cómo nos engañó el trabajo: el fin del hechizo de Andrea Colamedici y Mara Gancitano (HarperCollins).

“¿Pero quién me obliga a hacerlo? Cómo nos engañó el trabajo: el fin del hechizo” de Andrea Colamedici y Mara Gancitano (HarperCollins).

Para quien no los conozca, autor y autora son escritores, filósofos y creadores de Tlon, una extraña criatura maravillosa que reúne una editorial, una biblioteca-teatro y una escuela de filosofía. Su talento es poder interpretar y ayudarnos a entender el espíritu de los tiempos.: una divinidad cada vez más caprichosa y difícil de descifrar en la confusión de nuestra contemporaneidad.

También con este libro consiguen, con un lenguaje accesible a todos, reflexionar sobre cómo el trabajo se ha convertido en una prisión asfixianteen el que muchas veces nos hemos encerrado voluntariamente.

La era post-Covid que prometía una nueva calidad de vida nos ha esclavizado aún más de aparatos electrónicos que amplían sin cesar nuestra disponibilidad y la supremacía de un neoliberalismo desenfrenado nos ha obligado a acumular trabajos y trabajos eventuales para sobrevivir reduciendo nuestra vida cotidiana a un infierno.

Además, el declive de una verdadera meritocracia corre el riesgo de convertir nuestros sueños en callejones sin salida.. Aquí entonces surge la pregunta: «¿Pero quién me obliga a hacerlo?». Pero sobre todo: «¿Es posible cambiar de rumbo y replantear el trabajo desde cero?».

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si no todas las respuestas sin duda encontrará en este apasionante sabias reflexiones inéditas, indispensables en este momento histórico para reimaginar un futuro a escala humana.

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