El Kremlin en busca de semiconductores para apoyar su esfuerzo bélico en Ucrania


Según se informa, Rusia está buscando activamente abastecerse de semiconductores. Los medios de comunicación politico reveló el 5 de septiembre una elocuente lista de compras rusa, considerada creíble por varios expertos. Moscú depende de productos electrónicos de alta gama suministrados por empresas estadounidenses, holandesas, alemanas e incluso japonesas para fabricar sus armas más avanzadas.

Las municiones se agotan a medida que se prolonga el conflicto

Cuando comenzó la invasión de Ucrania el 24 de febrero, el Kremlin esperaba una victoria fácil. Seis meses después, el conflicto continúa y el ejército ucraniano lleva a cabo una contraofensiva en el sur del país ocupado, en la región de Kherson.

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La duración del conflicto afecta a las reservas de armas de Rusia, mientras que las fuerzas ucranianas han llevado a cabo varios ataques contra los depósitos de municiones. Un informe de inteligencia estadounidense visto por el New York Times afirma que Moscú busca abastecerse de municiones de Corea del Norte, después de haber adquirido drones iraníes.

El Kremlin también buscaría abastecerse de equipos electrónicos para fabricar sus armas según este informe. Rusia sigue sujeta a las ventas de las empresas occidentales de los productos más avanzados, en particular los que equipan sus misiles supuestamente supersónicos. Productos que se han vuelto difíciles de obtener tras la avalancha de sanciones tomadas contra Rusia.

Según la lista recuperada por politicoel Kremlin busca semiconductores, transistores, transformadores, conectores… Esta lista de la compra se divide en tres categorías, por orden de prioridad, y menciona el precio por unidad que Moscú espera tener que gastar.

Los semiconductores de los americanos Micron, Holt, Texas Instruments, Intel, Broadcom son particularmente deseados. También se mencionan chips fabricados por Cypress, propiedad de la alemana Infineon u otros fabricados por IDT, la japonesa Renesas. En las dos listas secundarias se encuentran equipos comercializados por la japonesa Murata o Panasonic, la holandesa Nexperia, propiedad de la china Wingtech desde 2019, el grupo franco-italiano STMicroelectronics, la alemana Harting o la taiwanesa Yagao.

Algunas de las fichas de la lista se ven afectadas por la escasez mundial de equipos. Es el caso de un semiconductor de Altera, propiedad de Intel, exhibido a 1.107 euros en la lista de máxima prioridad. Este es el componente mostrado más caro, se negociaba, antes de la crisis, a 20 euros.

Con base en la inteligencia ucraniana, Gina Raimondo, Secretaria de Comercio de EE. UU., dijo que los rusos estaban comenzando a recolectar chips de electrodomésticos. El primer ministro ucraniano, Denys Shmylal, dijo politico que los rusos habían gastado la mitad de su arsenal y comenzaban a utilizar equipos de la era soviética.

Estas declaraciones optimistas sobre los stocks de armamento y la capacidad de los rusos para renovarlos son sin embargo para relativizar. Por un lado, estos son difíciles de estimar. Por otro lado, con respecto a los semiconductores, el Kremlin tiene los medios para eludir las sanciones.

Rusia tiene varias opciones para hacerse con los deseados semiconductores

Rusia puede pasar primero por China para obtener ciertos equipos. Gina Raimondo ha advertido repetidamente que la Corporación Internacional de Fabricación de Semiconductores (SMIC), la fábrica más grande de China, podría verse privada del acceso a las tecnologías estadounidenses si comercia con Moscú. La empresa ya está en la lista negra del Departamento de Comercio, debe solicitar licencias para poder adquirir productos estadounidenses.

China también podría comprar y luego revender a Rusia los semiconductores deseados. Sin embargo, es probable que la rivalidad chino-estadounidense limite parcialmente esta opción.

Rusia siempre tiene la posibilidad de eludir estas dificultades pasando por varias empresas de fachada. Siendo los semiconductores, para muchos, de doble uso, civil y militar, el sector está siempre vigilado desde más o menos lejos. Sin embargo, según datos del Atlanta Trade Atlas, citados por el diario La Cruz a principios de agosto, Moscú importó casi un millón de semiconductores entre 2017 y 2022, al amparo de unas 5.600 empresas.

Probablemente sea una exageración, en la actualidad, considerar que el esfuerzo militar ruso en Ucrania se ve obstaculizado por la falta de semiconductores. Una lista de la compra no prueba que a Moscú le falten suministros. Sin embargo, esta es una dificultad adicional con la que tendrá que lidiar el Kremlin.



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