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Wayne LaPierre, el cabildero por los derechos de las armas que ha dirigido la influyente Asociación Nacional del Rifle durante más de tres décadas, dejará su cargo de director ejecutivo a finales de mes ante un inminente juicio por corrupción en Nueva York.
“Con orgullo por todo lo que hemos logrado, anuncio mi renuncia a la NRA”, dijo LaPierre en un comunicado el viernes.
“He sido miembro autorizado de esta organización durante la mayor parte de mi vida adulta y nunca dejaré de apoyar a la NRA y su lucha para defender la libertad de la Segunda Enmienda. Mi pasión por nuestra causa arde más profundamente que nunca”.
La NRA dijo que LaPierre, de 74 años, citó razones de salud como motivo de su decisión, y dijo que Andrew Arulanandam, un antiguo ejecutivo de la NRA, asumiría el cargo de director ejecutivo interino.
Pero LaPierre, quien ha sido una fuerza impulsora en la flexibilización de las leyes sobre armas en todo Estados Unidos durante décadas, todavía enfrenta crecientes problemas legales como tema de una demanda presentada por la fiscal general del estado de Nueva York, Letitia James. El juicio civil está previsto que comience la próxima semana.
James alega que altos funcionarios de la NRA desviaron millones de dólares de la organización para su propio beneficio. Ella busca disolver el grupo de presión, destituir a LaPierre de su cargo y obligar a los funcionarios a pagar una restitución.
LaPierre es uno de los cuatro acusados en el caso civil y niega haber actuado mal.
James dijo que la renuncia de LaPierre “valida nuestras acusaciones contra él, pero no lo eximirá a él ni a la NRA de la responsabilidad”. El caso seguirá adelante, añadió, “y esperamos probar los hechos ante el tribunal”.
La NRA ha sido durante mucho tiempo un eje del movimiento conservador en Estados Unidos, ejerciendo una tremenda influencia en Washington y en todo el país, especialmente entre los legisladores republicanos. El grupo ha presionado con éxito para que se deroguen las leyes de control de armas y durante años ha acumulado un considerable fondo de guerra para respaldar a sus candidatos políticos favoritos.
Pero la NRA también se ha visto acosada por luchas internas y problemas legales y financieros en los últimos años, incluidas acusaciones de mala gestión por parte de LaPierre. La NRA se declaró en quiebra en enero de 2021, pero un juez federal desestimó el caso ese mismo año.